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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Sudáfrica, contra las cuerdas por Putin: “Sería una declaración de guerra”

El presidente Cyril Ramaphosa pide evitar la detención de Putin en caso de que entre en el país, tras la orden de arresto emitida por la CPI.

FILE PHOTO: Russian President Vladimir Putin shakes hands with South African President Cyril Ramaphosa after a meeting with delegation of African leaders to discuss their proposal for peace talks between Russia and Ukraine, in Saint Petersburg, Russia June 17, 2023. Yevgeny Biyatov/Host photo agency RIA Novosti via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY. MANDATORY CREDIT./File Photo
HOST PHOTO AGENCY RIA NOVOSTIvia REUTERS

En el próximo mes de agosto se puede producir un encuentro que podría alterar el curso de la guerra en Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, está invitado a visitar Sudáfrica en el marco de una cumbre del grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Pero su salida del país que preside podría acabar en arresto, pues sobre él pesa una orden internacional emitida por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra en la invasión sobre Ucrania.

Sudáfrica, como país miembro de la CPI, está obligada a cooperar en el arresto del dirigente ruso. Pero su presidente no lo tiene claro, pues ponerle las esposas al líder del Kremlin supondría una “declaración de guerra” contra el país africano. “Sería contrario a nuestra Constitución arriesgarse a entrar en guerra con Rusia”, explica Cyril Ramaphosa en una declaración confidencial que ha visto la luz en las últimas horas.

“Sudáfrica tiene problemas obvios para ejecutar una petición de detención y entrega del presidente Putin. Rusia ha dejado claro que arrestar a su presidente en ejercicio sería una declaración de guerra”, expone el presidente sudafricano, en una carta en la que responde a una demanda judicial presentada por la opositora Alianza Democrática, que pide detener a Putin en caso de pisar el país.

En la misma, presentada el pasado 27 de junio y cuyo contenido se conoce ahora, el presidente Ramaphosa afirma haber iniciado un procedimiento ante la CPI en virtud del artículo 97 del Estatuto de Roma, por el que los Estados pueden alegar no tener que llevar a cabo una detención por problemas que se lo impidan. En este caso, el aviso de las consecuencias que tendría su detención: una declaración de guerra. La decisión final se decidirá en una audiencia pública este viernes.

Cumbre BRICS

El pasado 17 de marzo la Corte Penal Internacional, un tribunal de justicia encargado de juzgar a personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, guerra, agresión y lesa, emitió una orden de arresto contra el presidente ruso. “Es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población y de su traslado ilegal de las zonas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa”, indicó en su momento el organismo.

El país africano acogerá entre el 22 y el 24 de agosto, en la ciudad de Johannesburgo, la cumbre del bloque de economías emergentes, a la que está invitado el presidente ruso. Su presencia, a falta de estar confirmada, podría ser un hecho si nos atenemos a la orden emitida en mayo por el ministerio de Exteriores sudafricano, por la que se garantizaría la inmunidad de todos los asistentes.

Pero por el momento, según ha detallado Ramaphosa, “no se ha tomado una decisión final de que, efectivamente, vendrá a Sudáfrica. Sobre la inmunidad anunciada por Exteriores se pronunció también el portavoz de dicha cartera, Clayson Monyela, quien considera que “estas inmunidades no anulan ninguna orden judicial que pueda haber emitido un tribunal internacional contra cualquier asistente a la conferencia”.

Desde el inicio del conflicto Sudáfrica afirma haber adoptado una posición neutral sobre el mismo, apostando por el diálogo y la diplomacia para ponerle fin. Pero, por otro lado, Moscú tiene un importante papel estratégico, político y económico en algunos países de África, mientras que Sudáfrica mantiene esta posición por motivos históricos como el apoyo ruso a movimientos anticoloniales del siglo XX, como en la lucha contra el régimen del apartheid. Además, el país de Ramaphosa ha evitado condenar a Rusia desde el inicio de las hostilidades.