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INGENIERIA

S-80, el submarino español más cotizado

Su firma, Navantia, se encuentra ahora en búsqueda de nuevos acuerdos. Sin embargo, Suecia y Países Bajos no se lo pondrán fácil.

Actualizado a
S-81 'Isaac Peral'
Navantia

La empresa española dedicada a la construcción naval y militar, Navantia es una de las principales constructoras a nivel europeo. Muchos de sus buques y fragatas son utilizados por la propia Armada, sin embargo, existe uno de sus productos que últimamente solo les han dado dolor de cabeza: los submarinos S-80. El motivo principal se trata de la dura competencia de Suecia y Países Bajos, quienes pueden acabar por adelantarse a la firma de los contratos que actualmente interesan a la firma española.

Se trata de un submarino de nueva generación, con diseño y construcción española. En su página web Navantia lo define como un submarino “altamente automatizado” y destaca su “excelente” maniobrabilidad a baja velocidad junto a “su propulsión anaeróbica AIP denominado BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology)”, que permite recargar las baterías sin necesidad de salir a la superficie durante semanas.

El S-81 Isaac Peral, uno de estos submarinos, ha tardado en surcar diez años más de lo previsto, y ha costado tres millones de euros más de lo que se esperaba. Ahora el objetivo de la sociedad española es encontrar nuevos contratos con otros países que puedan estar interesados para ofrecer sus productos. Actualmente han logrado llegar a uno con India, y también se pretendía llegar a uno con Canadá. Sin embargo, la competencia, concretamente Suecia y Países Bajos, parece haberse adelantado firmando un acuerdo para exportar submarinos Saab-Damen.

La firma de estos contratos implica un gran impacto, tanto a nivel económico, como a nivel internacional, pues entran en juego las relaciones diplomáticas y la creación de numerosos puestos de trabajo y de miles millones de euros.

En un inicio, la sociedad pública española debía entregar una de las cuatro unidades acordadas en 2013, tras llegar a un acuerdo de 1.800 millones de euros. No llegó a entregarse en el plazo previsto, pues los submarinos pesaban más de lo acordado, lo que comprometía su rendimiento. Esto acabó provocando el aumento del presupuesto de entre 1.500 y 1.800 millones de euros con fecha límite en 2018.

Sin embargo, de nuevo la entrega volvió a retrasarse, lo que desembocó en una nueva subida del presupuesto hasta los casi 4.000 millones y un nuevo plazo de entrega (2023). Finalmente, la operación acabó realizando con éxito según lo previsto.

Tras esta transacción ahora Navantia espera llegar a nuevos acuerdos con otros países. Uno de ellos podría ser India bajo un contrato de seis submarinos por 4.800 millones de euros, se trata del mayor proyecto de adquisición en el ámbito de defensa. También habrá un contrato para dar soporte y mantenimiento durante 30 años. Además, países como Colombia o Canadá han mostrado su interés, aunque la competición con Suecia y Países Bajos podría dificultar la llegada de acuerdos.

Submarino S-80
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Submarino S-80Navantia

A-26: El principal competidor de los S-80

Algunos de los submarinos de los países competencia en este sector son los A26 de la marca Saab. Estos submarinos son uno de los más modernos y potentes del mercado. Cuentan con un diseño modular que permite la actualización de sus sistemas y módulos que les otorga la capacidad de introducir nuevas tecnologías. Además, han realizado exposiciones y demostraciones en eventos por distintos países como en Chile y ya demostrado interés por los contratos con Colombia, al igual que Navantia. Todo ello le convierte en uno de los rivales más fuertes para el S-80 español.

Otro de los países que ha mostrado interés en adquirir este material de guerra es Canadá. Sin embargo, ya han llegado a un acuerdo con Saab y Damen Shipyard para exportar el Expeditionary C-71, otro gran competidor de los S-80.

Se trata de un submarino de largo alcance, de última generación, que utiliza una tecnología similar al de los A-27, y se convertirá en el principal competidor de los S-80 españoles en las mesas de contratos que estén interesadas en modernizar su arsenal.

Por último, otro de los grandes clientes que se espera es el país norteamericano, el cual está en búsqueda de nuevos submarinos que puedan sustituir sus diésel-eléctricos actuales. Se prevé que adquieran hasta 12 submarinos, bajo un contrato valorado en 40,5 mil millones de euros. Ahora solo queda esperar cuál será el país exportador que gane esta batalla comercial.

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