Rusia intercepta un avión polaco cerca de Rumanía: dos cazas españoles, preparados
La OTAN pone en alerta a dos cazas del Ejército español y otros dos rumanos, “estando preparados para intervenir en cualquier momento”.
Un caza ruso Sukhoi-35 interceptó el viernes un avión polaco que operaba en una misión para la agencia europea de fronteras (Frontex) en el mar Negro, según comunicaron las autoridades de Rumanía, que denunciaron que el avión ruso tuvo un comportamiento “agresivo”.
En primer lugar, de acuerdo con la guardia fronteriza de Polonia, el caza ruso entró “en la zona de operaciones designada por Rumanía” sin contacto previo y realizó “maniobras agresivas y peligrosas, al acercarse tres veces al avión de los guardias fronterizos polacos sin la distancia de seguridad necesaria”.
Según los guardias fronterizos polacos, el Sukhoi-35 llego a pasar a cinco metros del avión polaco, que sufrió “una turbulencia importante”, y cuya tripulación de cinco personas perdió el control del avión y altitud. Finalmente, la aeronave polaca pudo aterrizar sin mayores problemas en Rumanía.
Según explicó Bucarest, el avión polaco no iba armado, se encontraba a unos 60 kilómetros al este del espacio aéreo rumano y se dedicaba a vigilar “el riesgo migratorio”, en una misión del Frontex en la que también participan España y Suecia. El ministro de Defensa rumano condenó el movimiento del Sukhoi-35, el cual considera “una nueva prueba del enfoque provocador de Rusia en el mar Negro”.
Tras el incidente, la OTAN ha puesto en alerta en Rumanía a dos cazas de F-18 del Ejército del Aire español, “estando preparados para intervenir en cualquier momento”, según un comunicado del Ministerio de Defensa rumano.
Tensiones con Moldavia y Georgia
A finales de abril, el ministro de Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, y su homólogo rumano, Bogdan Aurescu, pidieron a la OTAN incrementar el apoyo a Moldavia y Georgia, dos países que mantienen tensiones con Moscú y que consideran “más vulnerables a las acciones agresivas de Rusia”. Los diplomáticos señalaron que Moldavia y Georgia se enfrentan a amenazas híbridas de desestabilización por parte de Rusia, con el objetivo de entorpecer sus relaciones con Europa.
“El actual contexto de seguridad también afecta al mar Negro” llegó a advertir el ministro rumano. Aurescu aseguró que “el único lenguaje que Rusia entiende es una disuasión basada en la fuerza. Por eso hace falta reforzar la presencia militar en el flanco este, destacar allí más defensas antiaéreas, vigilancia”.