Rusia está dando un giro en sus objetivos en Ucrania: hay una nueva dirección ofensiva para otoño
El mando militar ruso ha definido un nuevo objetivo para el grupo “Dnipr”: tomar el conjunto urbano de Pokrovsk, Mirnograd y Dobropillia, en Donetsk.
Vladímir Putin ha concentrado su ofensiva en la captura de las ciudades de Pokrovsk, Mirnograd y Dobropillia, un enclave estratégico en el centro-oeste del Donbás que permanece bajo control ucraniano pese a más de diez meses de presión militar.
Según el portavoz de las fuerzas ucranianas en el sector sureste, Oleksii Bielski, el ejército ruso busca abrir un “corredor de avance” desde Nykonorivka-Mayak hacia Dobropillia, trasladando a esa zona importantes reservas de otros frentes para sostener la ofensiva. “Eran conscientes del riesgo de que nuestras fuerzas cortaran este avance, por lo que movieron brigadas enteras para mantener la dirección abierta”, afirmó el oficial.
Dobropillia, una ciudad clave
Los planes operativos interceptados por Ucrania señalan que el primer objetivo de la campaña de otoño es Dobropillia. De caer esta ciudad, los siguientes ataques se dirigirían a Mirnograd y Pokrovsk, urbes que resisten los bombardeos diarios y se han convertido en símbolo de la defensa ucraniana. Una vez asegurada esta línea, Rusia intentaría avanzar hacia Konstantynivka, con el fin de aislar logísticamente a las tropas de Kiev en el flanco oriental.
El costo humano de la ofensiva es muy elevado. Solo en las últimas 24 horas, las fuerzas ucranianas aseguran haber neutralizado a 153 soldados rusos en el sector de Pokrovsk. Según Bielski, las bajas diarias en la zona oscilan entre 150 y 200 efectivos, cifras que reflejan la fuerte presión sobre el contingente ruso desplegado en el Donbás.
La importancia estratégica de estas ciudades explica la intensidad de los combates. Pokrovsk es considerada una puerta de entrada al centro de Ucrania y un centro logístico clave, mientras que Mirnograd y Dobropillia completan un corredor geográfico que podría facilitar futuras ofensivas rusas hacia Dnipropetrovsk y Zaporizhzhia.
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A pesar de las ambiciones de Moscú, el escenario sigue siendo incierto. El desenlace de la ofensiva dependerá tanto de la capacidad rusa para sostener su empuje como de la resistencia ucraniana en posiciones clave, en un frente oriental que continúa marcado por la volatilidad tras más de cuatro años de guerra.
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