Rusia denuncia un “acto criminal” de Estados Unidos

La tensión y el nulo contacto entre Rusia y Estados Unidos volvió a evidenciarse, después de la denuncia de Moscú al suministro de proyectiles de uranio empobrecido por parte de Washington a Ucrania y que desde la embajada rusa en el país norteamericano calificaron como “acto criminal”.

Un material que servirá para los tanques Abrams que la Casa Blanca donó a Kiev para su lucha contra las tropas rusas, incluido dentro del paquete de ayuda militar y humanitaria valorado en más de 1.000 millones de dólares. “Washington, obsesionado con la idea de infligir una ‘derrota estratégica’ a Rusia, está dispuesto a poner una cruz a las generaciones futuras”, manifestó la embajada rusa, que también calificó la donación como “clara señal de inhumanidad”.

En concreto, el envío previsto para este otoño consta de cartuchos de 120 milímetros para tanques M1 Abrams. A su vez, acusaron a EE.UU de ser “consciente” de las consecuencias que supondría el lanzamiento de ese armamento. “Las explosiones dan lugar a la formación de una nube radiactiva en movimiento”, llegaron a afirmar. Un material que se suma a la munición destinada para los lanzacohetes HIMARS, así como los elementos indispensables para la defensa antiaérea ucrania.

Pese al enfado generado en el Kremlin por la entrega de este armamento, desde Washington aseguraron que “no representan una amenaza radiactiva” en caso de que se utilice en el conflicto bélico, ni tampoco para la población de las regiones afectadas. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, dijo lo siguiente. “Muchos otros ejércitos usan ese tipo de proyectiles, además de Estados Unidos; también Rusia”.

A su vez, defendieron que este material servirá a Ucrania para “defenderse” y avanzar en el conflicto en el este del país. “Queremos que los ucranios sean lo más efectivos posible en esta contraofensiva, y creemos que este tipo de munición les ayudará a serlo”, sentenciaron. Una polémica que llega dos meses después de la generada en torno a las bombas de racimo, cuyo anuncio también indignó al Kremlin.

Pese a que Moscú no se sumó a la Convención sobre Municiones de Racimo de 2008, el Gobierno ruso es consciente del peligro que supone para la población civil el impacto de este armamento, motivo por el cual decidió abstenerse de emplear dichas bombas durante la guerra en Ucrania. El propio Shoigú aseguró que Rusia tiene en reserva una munición de racimo, de la cual aseguró que es “mucho mas eficaz” que las almacenadas por los norteamericanos.

Polémica en torno al uranio empobrecido

El uranio empobrecido es un metal denso derivado del enriquecimiento del uranio natural como combustible nuclear, utilizados en proyectiles perforantes y en bombas para aumentar su capacidad de penetración. No sería la primera vez que se haga uso en una guerra de este material, ya que también se emplearon en otras como la Guerra del Golfo y durante los bombardeos de la OTAN contra la antigua Yugoslavia en 1999.

De enviarlo, Estados Unidos tampoco sería el primer país que envía este tipo de armamento ya que Reino Unido hizo lo propio proporcionó este tipo de munición a inicios de este año. Desde la Coalición Internacional para la Prohibición de las Armas de Uranio afirmaron que la ingestión o inhalación de polvo de uranio empobrecido provocaría riesgos para la salud, como el desarrollo de enfermedades congénitas o el desarrollo de cáncer.