La razón por la que Emmanuel Macron es copríncipe de Andorra y Pedro Sánchez no
Para explicarlo hay que remontarse al siglo XI, cuando se estableció un reparto feudatario entre el obispo de Urgel y el conde de Caboet.
El Principado de Andorra, enclavado en los Pirineos entre Francia y España, es un país con una estructura política única en el mundo: el coprincipado. Esta peculiaridad histórica y política se retrotrae a la Edad Media y ha perdurado hasta nuestros días, adaptándose a los cambios y desafíos de cada época desde que se aprobara en la última Constitución del país, aprobada el 14 de marzo de 1993.
Actualmente, los dos copríncipes de Andorra son los jefes del Estado del país, aunque sus funciones son meramente representativas. Uno de ellos es el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron (en el cargo desde 2017); mientras que el otro es el obispo de la localidad de la Seo de Urgel (Lleida), Joan-Enric Vives (en el cargo desde 2003, aunque este será su último año).
Todo se remonta al siglo XI, cuando Andorra estaba en manos del obispo de Urgel y el conde de Caboet. Este último terminó pasando a posesión del vizconde de Castellbó y este, a su vez, terminó integrado en el condado de Foix. En 1278 se firmó el primer Paréage, un acuerdo por el que se establecía la soberanía compartida del obispo de Urgel y el conde de Foix que se refrendó en un segundo Paréage diez años más tarde.
Durante la Edad Media, el obispado de Urgel dependió de la corona de Aragón y del condado de Barcelona, mientras que el condado de Foix formaba parte de la Baja Navarra, un territorio que Francia integró en 1589. En 1620, Luis XIII promulgó el edicto de Pau, por el que unió el título de rey de Navarra y los derechos del coprincipado andorrano.
Cambios con la Revolución francesa
El estallido de la Revolución francesa trajo cambios en Andorra en el sentido de que la I República renunció a sus derechos en el país vecino. Sin embargo, Napoleón Bonaparte entendió que podía haber beneficios territoriales y volvió a activar el edicto de Pau. Desde entonces, con la excepción de trece días de reinado de Boris I de Andorra del 8 de julio del 1934 al día 21 del mismo mes, ese es el panorama político en Andorra, con un coprincipado compartido entre Francia y la Seu de Urgel.
Según la Constitución de 1993, los dos copríncipes tienen el deber de garantizar la permanencia y la continuidad de Andorra, así como su independencia en las relaciones con sus vecinos. Además, sus responsabilidades son exactamente iguales, siendo el obispo la única personalidad eclesiástica junto con el Papa en ser jefe de Estado.
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