La ayuda de Países Bajos y Dinamarca a Ucrania que puede cambiar la guerra
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha confirmado que ambos países suministrarán aviones de combate F-16 a Ucrania “tan pronto como se cumplan las condiciones necesarias”.
El ritmo de la guerra en Ucrania es tan vertiginoso y cambiante como asimétrica la ventaja que parecían tener las tropas de la Z en las primeras semanas de invasión. Durante la presente época estival parecía que la contraofensiva golpearía el tablero con tanta fuerza que todas las fichas moscovitas caerían al suelo. Sin embargo, tres meses después de dar luz verde Kiev al plan, la sensación internacional es de un estancamiento difícil de superar. Y ante este aparente paso atrás surge otra novedad, amén de lo tornadizo en las trincheras del Donbás, que puede cambiar definitivamente el transcurso del conflicto.
Países Bajos y Dinamarca dan un paso más en la ayuda militar y se disponen a suministrar aviones de combate F-16. Así lo ha confirmado el primer ministro holandés, Mark Rutte, sin concretar el número de cazas que facilitarán ambas potencias. Y que llegará, ha garantizado, cuando se hayan cumplido las condiciones para la transferencia. Es decir, cuando terminen de ser adiestrados los pilotos.
Las 24 horas en las que nace la ‘coalición F-16′
Para el presidente ucraniano ha sido una bendita jornada interminable. Había aterrizado por la mañana en Países Bajos, sin previo aviso, en busca de una promesa. Nada más y nada menos que “el acuerdo más importante” de la guerra: el primer suministro real de cazas F-16. La mejor forma, juzga Kiev, de preparar un invierno largo y prorrogar la contraofensiva con el ímpetu que cree tener aquel que no se rinde.
Así llegó a la base aérea de la ciudad de Eindhoven, donde fue recibido por una delegación del Gobierno interino de Países Bajos. Entre un montón de hombres con corbata estaba el propio Rutte, que acompañó a su homólogo ucraniano en un recorrido por la base militar. En medio del tour, una parada parecía vaticinar un anuncio importante. Quedaron mirando un hangar con varios aviones F-16.
Y por fin se dio la ‘buena nueva’. Ese que desde hace tanto buscaba Zelenski. “En mayo, Países Bajos anunció que entrenaría al personal militar ucraniano para el despliegue de aviones F-16. Hoy podemos anunciar que Países Bajos y Dinamarca se comprometen a transferir esos F-16 a Ucrania tan pronto como se cumplan las condiciones necesarias”, exclamó Rutte después de la icónica reunión.
No había tiempo que perder. Después de la visita exprés a tierras holandesas tocaba emprender otro vuelo con destino Dinamarca. En este caso, la sorpresa fue interrumpida por la oficina de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que emitió un comunicado informando acerca de la visita del líder ucraniano. Otro texto del ministerio de Exteriores completó la sonrisa de la cúpula de Kiev: los seis primeros cazas se le entregarán a Kiev este 2023, el próximo año se entregarán otras ocho unidades y cinco más en 2025. Viento en popa.
Venía de hablar Zelenski sobre la entrega de cazas ‘Gripen’ con el jefe de Gobierno sueco, Ulf Kristersson, y al día siguiente estaba celebrando con Rutte. Horas después hacía lo propio con Frederiksen, a quien ha agradecido en redes sociales su apoyo e iniciativa. “Charlas muy productivas, enfocadas y concretas. Estamos trabajando en la velocidad de los preparativos”, ha expresado el mandatario ucraniano.
Antes de agradecer, destapó el siguiente paso en el acuerdo de los cielos. “Durante las conversaciones también discutimos la posibilidad de expandir las misiones de entrenamientos: el algoritmo es claro. Nuestra coalición F-16 está demostrando su eficiencia”, sentencia un Zelenski que, a lomos de un avión y entre frontera y frontera, sella poco a poco las puertas del Donbás a la espera un largo invierno.