Golpe de Japón a Rusia
Tokio amplía las sanciones contra Moscú y prohíbe exportar vehículos híbridos y eléctricos y otros productos como acero, plásticos y partes electrónicas.
Japón ha anunciado este viernes una ampliación de las sanciones contra Rusia en las que ha incluido la prohibición de exportar vehículos híbridos y eléctricos y otros productos como acero, plásticos y partes electrónicas. ”Como ha pasado más de un año desde que Rusia invadió Ucrania, hemos estado ampliando la lista de sanciones”, ha señalado el Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
Hasta el momento, Japón había congelado los activos rusos y prohibido la exportación de bienes a organizaciones militares rusas, además de servicios de construcción e ingeniería. La prohibición de enviar acero, plásticos y elementos electrónicos, según el Ministerio, se ha establecido porque “pueden desviarse para uso militar”. Las nuevas sanciones han sido aprobadas este viernes por el primer ministro Fumio Kishida, y entrarán en vigor el próximo miércoles 9 de agosto. Según Kishida, las prohibiciones son similares a otras sanciones ya impuestas por potencias occidentales como Estados Unidos o incluso la Unión Europea.
Japón hospedó la cumbre del G7 el pasado mes de mayo en la ciudad de Hiroshima. En uno de los eventos, los líderes acordaron “privar a Rusia de tecnologías, equipos industriales y servicios del G7″ que pudieran servir a Moscú “en su maquinaria de guerra”. De hecho, la Unión Europea ya ha detectado cómo algunos países intermediarios importan productos tecnológicos desde Occidente para luego venderlos a Rusia. Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, aseguró entonces que Europa podría prohibir el envío de ciertos bienes a esos países intermediarios “si hay pruebas claras de que se trata de una elusión de las sanciones y de entregas a Rusia”.
“Vemos que hay una discrepancia entre lo que empieza en la Unión Europea, transita por Rusia y luego acaba en el tercer país. Y, por tanto, estamos debatiendo como medida disuasoria la cuestión de si debe existir esa prohibición de tránsito. Hay varios puntos de vigilancia dentro del mecanismo para asegurarnos de que está justificado”, señaló la presidenta de la Comisión Europea.
Islas Kuriles, el conflicto centenario entre Japón y Rusia
Mientras tanto, Japón y Rusia mantienen un conflicto territorial en las islas Kuriles, un archipiélago de doce islas meridionales que Moscú cedió a Japón en 1875 a cambio de los derechos de Tokio sobre Sajalín, una gran isla situada al norte de Hokkaido. Sin embargo, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, la URSS ocupó y se anexionó las Kuriles.
Desde entonces, Moscú considera que todas las Kuriles son territorio ruso. Los japoneses emigraron a las Kuriles entre los siglos XVIII y XIX, pero en 1855 firmaron un pacto con Rusia (Tratado de Shimoda) que otorgaba a los rusos las islas del Norte, y a los japoneses las del Sur. Más tarde, en 1875, se firmó el tratado de San Petersburgo, y Rusia cedió todos los derechos de las Kuriles por Sajalín.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos prometió las Kuriles a Stalin como recompensa por su labor en la guerra mundial y todos los japoneses residentes en las islas fueron deportados en 1949. Finalmente, en 1951, se firmó el Tratado de Paz de San Francisco y Japón renunció a “todo derecho, título y reclamación sobre las islas Kuriles”, pero interpretó que el acuerdo solo se refería a los territorios que antes habían pertenecido a Rusia. Por ello, Japón sigue reclamando las cuatro islas más meridionales de las Kuriles (Kunashir, Shikotan, Iturup y Habomai), que nunca fueron rusas.