El New York Times destapa los últimos meses de Navalni
El diario estadounidense ha tenido acceso a las cartas que enviaba el opositor a sus conocidos en el exterior. En ellas, cuenta su vida en prisión.
El pasado viernes 16 de febrero fallecía el opositor ruso Alexéi Navalni. Después de ser trasladado a una remota cárcel de máxima seguridad de Siberia, en la región de Yamalo-Nenets, Navalni fallecía tras, supuestamente, sentirse indispuesto tras una caminata. Una muerte en extrañas condiciones que hace sobrevolar de nuevo las sospechas sobre el Kremlin y aquellos que se muestran más críticos.
En 2013 fue acusado de malversación de fondos y, tras recuperarse de un envenenamiento en un vuelo en el año 2020, meses después vuelve a Rusia y es detenido en el aeropuerto de Moscú. Desde entonces, ha pasado por diferentes cárceles rusas, a cada cual de mayor seguridad. La última, conocida como el ‘Lobo Polar’ de Siberia y a la que llegó a finales de 2023, es donde ha fallecido.
Los detalles en torno a su muerte suscitan interés en todo el mundo, así como su día a día durante sus últimos meses de vida. El diario estadounidense The New York Times ha publicado los pormenores de estos días, que pasaba entre lecturas de sus libros y escribiendo cartas entre rejas. El pasado mes de julio, en una de estas cartas, escribía a un conocido que nadie podía entender la vida en una prisión rusa “sin haber estado aquí”.
“Si mañana les dicen que te den caviar, te darán caviar. Si les dicen que te estrangulen en tu celda, te estrangularán”, añadía Navalni en su carta dirigida a Ilia Krasilshchik. Unas misivas, compartidas por amigos y personas cercanas al citado medio, que muestran los intentos de Navalni por mantenerse conectado al mundo exterior mientras estaba en prisión.
El líder de la oposición al presidente Vladimir Putin, incluso, vio como se le negaba el tratamiento médico. Pero ello no hizo que su claridad mental se resintiera, según se desvela de las cartas a las que The New York Times ha tenido acceso. De hecho, aseguraba haber leído hasta 44 libros en inglés en un año, además de prepararse para un futuro que ya no tendrá: refinando su agenda, estudiando memorias políticas, dando consejos profesionales a amigos y participando en publicaciones en redes sociales que su equipo le enviaba.
Navalny, en sus mensajes, definía su encarcelamiento desde enero de 2021 como su “viaje especial”. Uno de sus momentos más duros llegó el otoño pasado, cuando estuvo gran parte del tiempo en régimen de aislamiento y se vio privado de tres de sus abogados, arrestados por participar en un “grupo extremista”. Pero su ánimo no se vino abajo y siguió enviando cartas a sus allegados. En una de ellas, dirigida al fotógrafo Evgeny Feldman, Navalni aseguraba que la agenda electoral de Donald Trump era “realmente aterradora”, dejando caer que sería presidente si Joe Biden sufría algún problema de salud.
Durante el tiempo que pasó en la cárcel envió cientos de cartas escritas a mano, gracias al sistema penitenciario ruso. A través de una página web, la gente le podía escribir por apenas unos céntimos y, en unas semanas después, recibir los escaneos de sus respuestas. Eso sí, después de haber pasado por un censor. Pero no solo a través de cartas se comunicaba el opositor. Hasta que los funcionarios de prisiones lo prohibieron, sus abogados sostenían documentos frente a la ventana de su celda. Unas celdas que normalmente eran frías, húmedas y mal ventiladas.
Conectado con la actualidad
En todo este tiempo, a través de sus cartas, Navalny se ha mantenido al día de la actualidad. Felmdan, el fotógrafo que cubrió el intento de Navalny de postularse a la presidencia de Rusia en 2018, dijo que se había enviado con él al menos 37 cartas, obteniendo respuesta a casi todas. Sobre ellas, Navalni aseguraba que le gustaban mucho. “Tienen todo lo que me gusta discutir: comida, política, elecciones, temas escandalosos y cuestiones étnicas”, decía sobre el último escrito de Feldman.
Una referencia, según el fotógrafo, a sus intercambios sobre el antisemitismo y la guerra de Gaza. En sus escritos el opositor también mostró su aprecio por el actor Matthey Perry, fallecido en el mes de octubre, a pesar de no haber visto nunca Friends. Esta carta, fechada en diciembre, terminaba con los pensamientos de Navalni sobre la política de Estados Unidos. Tres días después de escribirla, desapareció.
Hasta que, después de una búsqueda que se prolongó durante semanas y tras enviar más de 600 solicitudes a prisiones rusas, dieron con él en la cárcel en la que finalmente perdió la vida. “Soy su nuevo Papá Noel”, dijo Navalni en sus redes sociales. En una publicación, relató cómo fue llevado por una ruta tortuosa por los Montes Urales. En esta nueva prisión no se permitía el envío de cartas electrónicas como en la cárcel en la que se encontraba, por lo que las cartas tardarían más en llegar, en un intento por aislarle del mundo. Hasta que, finalmente, se confirmó la noticia de su muerte.