ELECCIONES GENERALES
El impuesto que quiere mantener Yolanda Díaz
El impuesto a la banca es una de las condiciones de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en la negociación con el PSOE. También pide mantener el impuesto a las energéticas.
Sumar ha puesto una nueva condición al PSOE en sus negociaciones para la investidura del presidente en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha manifestado su voluntad para que se mantenga el impuesto a la banca.
En vigor desde el 1 de enero, dicho impuesto grava al 4,8% el margen de los intereses y las comisiones que cobran las entidades bancarias. Cuando fue aprobado el año pasado en Consejo de Ministros, esta tasa tenía como fin recaudar una cifra cercana a los 7.000 millones de euros en dos años, y así financiar las medidas que han entrado en vigor para combatir la inflación actual. Díaz lanzó este argumento para defender el mantenimiento de este gravamen con “carácter permanente”.
“Aún no hay acuerdo, pero seguiremos insistiendo para que el impuesto a la banca y las energéticas permanezca en España. Hay injusticia fiscal, y eso es real”, expresó en referencia a los beneficios extraordinarios de los bancos. Al mismo tiempo, expuso que de no existir este impuesto al sector, los beneficios de la banca “serían mayores” y achacó a los “extensos beneficios empresariales” la inflación actual en nuestro país.
De hecho, antes de las elecciones del 23J, Díaz puso como ejemplo la diferencia de tributación entre una peluquería y una gran corporación. “Hoy una peluquería, un pequeño negocio, tributa al 17,5% y una gran corporación, al 3,8%. Como dice nuestra Constitución, quien más tiene más debe contribuir. Debemos implementar el impuesto a grandes fortunas”, manifestó meses atrás.
Solicitud del mantenimiento del impuesto a las energéticas
El mantenimiento del impuesto mencionado no es la única petición de Díaz a los socialistas, a los que trasladó también la necesidad de mantener el impuesto a las empresas energéticas que, cuando fue aprobado, se informó de su puesta en funcionamiento para 2023 y 2024. Un impuesto cuyo objetivo era recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de las empresas del sector energético durante los ejercicios de 2022 y 2023.
Como sucede con el impuesto a la banca, la obligación de pago comenzó el pasado 1 de enero y está prevista para el 1 de enero de 2024, teniendo como referencia para la base imponible los ejercicios inmediatamente anteriores: el importe de la venta de bienes y servicios de 2022 y 2023. Este impuesto contempla una sanción del 150% del importe que se traslade al usuario para la empresa.
Otras peticiones de Sumar
El reconocimiento “unilateral” y “urgente” de Palestina como Estado, sumado a otras como la reducción de la jornada laboral, el mantenimiento de las ayudas aprobadas para paliar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación, la subida del SMI o establecer una cesta básica de la compra son otras de las peticiones trasladadas por la secretaria general de Sumar a su homólogo socialista.