El impacto de los ataques hutíes en el Mar Rojo sobre el comercio mundial
El estrecho de Bab al-Mandeb representa el 12% del comercio mundial de petróleo y el 8% del gas natural licuado en la primera mitad de 2023.
Algunas de las mayores compañías navieras del mundo se han visto obligadas a cambiar la ruta de sus buques, haciéndoles perder mucho dinero después de que el grupo hutí de Yemen atacara barcos con destino a puertos israelíes en solidaridad con los palestinos.
El grupo, alineado con Irán, exige que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, que ha sufrido más de dos meses de asedio y bombardeos israelíes. Además, los hutíes piden el fin de la brutal guerra de Israel en Gaza, que ha cobrado la vida de más de 19.000 palestinos. Ante ello, Estados Unidos ha anunciado la formación de una coalición de 10 naciones para disuadir estos ataques que amenazan con interrumpir el comercio en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
¿Por qué hacen esto?
Los hutíes se rebelaron contra el gobierno reconocido internacionalmente de Yemen en 2014, desencadenando una guerra civil que ha provocado una crisis humanitaria en el país. Con respaldo de Irán, controlan la mayor parte de Yemen y han intensificado sus ataques, incluyendo misiles antinavío, en el Mar Rojo. Los hutíes buscan consolidar su poder y ser reconocidos internacionalmente como la autoridad legítima en Yemen. En el contexto de la guerra en Gaza, pretenden demostrar su apoyo a Hamas y afirmar su papel en el “eje de resistencia” liderado por Irán.
Este grupo ha dirigido sus ataques a barcos con vínculos a Israel o que transportan bienes desde o hacia Israel. Han capturado un buque comercial y atacado varios barcos de carga. La ruta afectada, el estrecho de Bab al-Mandeb, es crucial para el comercio global de petróleo y gas natural.
Una ruta para más de 17.000 barcos
El estrecho de Bab al-Mandeb representa el 12% del comercio mundial de petróleo y el 8% del gas natural licuado en la primera mitad de 2023. Más de 17.000 barcos lo cruzan anualmente. Grandes navieras, como AP Moller-Maersk y Hapag-Lloyd, han optado por evitar esta ruta, afectando los costos y tiempos de envío.
Israel ya ha sentido el impacto en su puerto de Eilat. Egipto podría sufrir pérdidas económicas considerables, al igual que Europa y los estados del Mediterráneo, cuyos envíos se han visto afectados.