El hombre que arrebató Alaska a Rusia: fue considerada “la locura de Seward”
Un general rumano - estadounidense de la Guerra Civil estadounidense, abogado y diplomático, tuvo un impacto significativo en la historia de Alaska.
Su nombre es George Pomuț, general rumano - estadounidense que emigró a Estados Unidos, donde dedicó su vida al servicio público. Participó en la Guerra Civil estadounidense, fue abogado y también diplomático.
Durante su etapa como cónsul de Estados Unidos en San Petersburgo, en la Rusia zarista, estuvo directamente involucrado en las negociaciones para la compra del territorio de Alaska.
Aunque Alaska no se convirtió en un estado estadounidense hasta el año 1959, las contribuciones de George Pomut fueron esenciales para este momento histórico. De hecho, jugó un papel clave en el apoyo a la transacción que condujo a la compra de Alaska a Rusia en 1867.
La compra de Alaska a Rusia
La compra de Alaska en 1867 fue una transacción histórica en la que Estados Unidos adquirió el territorio de Alaska del Imperio ruso por 7,2 millones de dólares. Esta compra, promovida por el Secretario de Estado William H. Seward, añadió más de 1,5 millones de kilómetros cuadrados al territorio estadounidense.
En ese momento, muchos criticaron la compra, llamándola “la locura de Seward” debido a la percepción de que Alaska era una región remota y sin valor. Sin embargo, con el tiempo, se descubrió que Alaska era rica en recursos naturales, incluyendo oro y petróleo, lo que la convirtió en una de las adquisiciones más rentables de la historia.
¿Por qué Estados Unidos quería comprar Alaska?
Rusia estaba en una situación financiera complicada y temía perder Alaska sin compensación en un conflicto futuro, especialmente con Gran Bretaña, que controlaba el oeste de Canadá. Además, Alaska no era rentable para Rusia debido a su lejanía y las dificultades para defenderla.
Estados Unidos vio la compra como una oportunidad para expandir su territorio y aumentar su influencia en el Pacífico Norte. También querían evitar que Gran Bretaña se apoderara de Alaska, lo que habría aumentado la presencia británica en América del Norte.
Por otro lado, Rusia había sido un aliado importante de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense, mientras que el Reino Unido había apoyado a la Confederación. La compra de Alaska fortaleció las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y debilitó la influencia británica en la región.
Aunque inicialmente se pensaba que Alaska era una región desolada y sin valor, se descubrió que tenía abundantes recursos naturales, como pieles, pesca, y más tarde, oro y petróleo.
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