Creciente problema en el ejército ruso: “Me temo que no llegaré…”
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania han sido ya casi 16.000 soldados los que han renunciado a seguir en el frente de combate, lo cual se considera un delito.
La invasión rusa de Ucrania se inició en febrero de 2022, fruto de una escalada del conflicto entre ambos países que lleva sucediéndose desde 2014. Desde este momento, hace ya casi tres años, el ejército ruso ha experimentado uno de sus mayores problemas: la renuncia de sus propios soldados a continuar al frente. De hecho, desde el pasado 2022 ya son casi 16.000 los soldados que han emitido su renuncia, según informa el canal TV 2 de Dinamarca.
Penas más severas por abandonar el frente
Según el medio independiente ruso Mediazona, durante el pasado 2024 han sido unos 10.308 casos de negación por parte de soldados. Estas decisiones se enmarcan dentro de un delito de ‘desobediencia militar’, una violación de las leyes a la que Rusia implementó penas más severas desde otoño de 2022. De esta forma, de esos casi 16.000 casos, 14.182 han terminado en los tribunales y en 12.460 casos se ha aplicado una condena. De los casi dos mil restantes, 683 se referían a deserciones con 563 condenas como resultados. Los casi mil restantes, se presentaron contra soldados por desobedecer órdenes.
Aunque en la mayoría de casos los soldados son acusados de abandonar su unidad sin permiso y se considera más leve que el delito por deserción, es más fácil de probar en los tribunales. El delito por deserción aumentó su pena de los cinco a los diez años de prisión, mientras que la pena máxima se incrementó hasta los 15 años. Sin embargo, gran parte de estas sentencias están condicionadas para que los soldados puedan ser enviados de regreso al frente.
Un soldado que renunció a combatir
Aleksey Kuljaev, de 37 años, ha sido uno de los que ha decidido abandonar el frente ante las malas condiciones, escapando de su unidad militar hace ya más de tres meses. Aunque afirma estar listo para comparecer ante los tribunales y recibir la pena de prisión, teme que vuelvan a enviarlo al frente: “No tengo miedo a la prisión. Me temo que no llegaré en absoluto”, declaró al medio Sibir.Realii. En agosto del pasado año fue golpeado y encadenado durante casi una semana por haber criticado el comportamiento de un superior y después de que sus familiares denunciaran su situación, fue enviado a una base militar para investigar su denuncia y finalmente regresó al frente.
Tras esto, decidió huir y desde entonces se encuentra prófugo de la justicia, viendo su vida muy limitada. ‘Caminata por el bosque’ es una organización rusa que ayuda a desertores y otros rusos a evitar la participación en la guerra, habiendo ayudado ya a unos 4.000 soldados que se han negado a luchar. Según esta, la mejor solución es abandonar el país, porque resulta muy difícil ocultarse durante mucho tiempo.
El primer soldado ruso condenado por negarse a participar en la guerra de Ucrania fue Dmitry Vasilets, de 29 años. Tras la muerte de dos de sus mejores amigos decidió rescindir su contrato con las Fuerzas de Defensa Rusas, por lo que fue sentenciado a dos años y dos meses de prisión y puesto en libertad en octubre del pasado año, afirmando que se alegró de su decisión.
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