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ELECCIONES 28-M

Alcocer: unas elecciones en el origen del trasvase Tajo-Segura

El origen de este debate nacional se encuentra en unos pequeños pueblos del centro peninsular. Borja Castro, alcalde de uno de ellos, pone voz a una tierra silenciada por el goteo de la política.

Borja Castro, alcalde de Alcocer

Lejos de la costa hay un mar. Entre los cerros y lomas que separan la comarca de La Alcarria, en Guadalajara, de una gigante cuenca fluvial, al norte de tierras conquenses, se encuentra la mayor área húmeda de la península. Los embalses que llenan el llamado Mar de Castilla componen la cabecera del Tajo: Entrepeñas y Buendía. Ambos desprenden un aire húmedo que en invierno congela al tacto y en verano invita a meter los pies. Y, en silencio, los dos juegan un papel clave en la política nacional. De ellos sale el agua que abastece el trasvase Tajo-Segura.

Alcocer es uno de los pueblos que viven año tras año el dilema de una sequía anunciada. Son 315 los vecinos que habitan las calles de la localidad bañada por el embalse de Buendía. No muy lejos se hallan otros 21 municipios que claman por los derechos de una tierra, personas cuya sangre está regada, en parte, por los afluentes ribereños de un mar en peligro. Mientras un país entero debate sobre cómo tiene que gestionarse el agua, ellos piden una voz que sienten desde hace tiempo silenciada por un goteo que no cesa.

Borja Castro Cervigón habla con Diario As. Es alcalde de Alcocer por parte del PSOE, candidato a la reelección; pero, sobre todo, es el vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños.

¿Cómo afecta el trasvase a la relación entre el votante y el político?

De manera directa. Cuando llegan las elecciones, como ahora, muchos aparecen para pedir su voto; pero a las gentes de los pueblos hay que tratarlas con inteligencia. Tienen memoria y saben perfectamente quién les ayuda y quién defiende el territorio. Desde el Gobierno nacional ha habido una modificación de las reglas que ha recortado los trasvases y que está permitiendo que haya más agua en Entrepeñas y Buendía. Incluso el autonómico, encabezado por Page, ha recurrido a Europa para que se fijaran los caudales ecológicos. Por eso, la gente de los pueblos, que es inteligente y no paleta, como los ha llamado en alguna ocasión el Partido Popular de Castilla-La Mancha, saben quiénes son los aliados del territorio.

¿Y en los pueblos más cercanos a los embalses?

En el caso de los 22 alcaldes de los municipios ribereños conviven las diferentes ideologías, que se unen en torno a esa asociación para defender el territorio. Dejan atrás sus siglas y anteponen las necesidades e intereses del lugar para que haya más agua en los municipios ribereños.

¿Qué significa el agua para estos municipios?

Es nuestra fuente de vida, la materia prima para crear trabajo y desarrollo. Antes de la creación de los embalses, nuestros pueblos eran eminentemente agricultores y ganaderos. Y cuando se crearon las presas, se inundaron las tierras más fértiles. Nos dijeron que teníamos que reconvertirnos y empezar a vivir del agua. Entonces se genera un flujo de actividad importante. Al albor de ese crecimiento del agua, se disparan el turismo y la hostelería. Se empiezan a construir casas, organizaciones, hoteles y negocios. Y todo empieza a desaparecer cuando se crea la infraestructura del trasvase hace 42 años.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Alcocer
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Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Alcocer

Es decir, nos dicen que tenemos que aprender a vivir del agua y, cuando estamos aprendiendo a hacerlo, nos la quitan. Ahí empezó a irse por la tubería, igual que un sumidero, todo lo que se había creado; y, según se iban perdiendo todas estas oportunidades, la gente empezó a irse a la ciudad. Para nosotros el agua no es solamente desarrollo, es un freno a la despoblación.

¿Cómo está ahora mismo la situación hídrica?

Estamos teniendo un año muy seco. Las aportaciones a los embalses de Entrepeñas y Buendía han caído un 40% en los últimos diez años y esto nos está poniendo en alerta. Cambiar la política hídrica es necesario para elevar la lámina de agua en los dos embalses. Y, en esa línea, estamos recibiendo buenas noticias con todo lo que venimos reclamando. Un ejemplo es la ayuda de 40.000.000 de euros para mejorar nuestras infraestructuras y la calidad de vida de nuestros vecinos. Así podemos crear proyectos urbanísticos relacionados con el agua de una forma sostenible, recortar trasvases, fijar caudales ecológicos y mucho más.

Además, se acaban de publicar recientemente los planes hidrológicos del Tajo; y en esa misma publicación del BOE, el Gobierno deja escrito otro compromiso: volver a cambiar las reglas del trasvase para volver a recortar el memorándum que en su día firmó María Dolores de Cospedal como presidenta de Castilla-La Mancha traicionando a este territorio. Los votantes de Guadalajara y Cuenca no van a perdonar nunca al Partido Popular el haber vendido Castilla-La Mancha a los intereses electorales del Levante por obtener más votos a nivel nacional.

La historia del trasvase es muy dilatada. Este punto de inflexión que comentas llega tras cinco sentencias del Tribunal Supremo en las que se da la razón al Gobierno autonómico en sus denuncias sobre la falta de fijación de caudales ecológicos. ¿Crees que se ha tardado mucho en reaccionar desde el poder ejecutivo?

La política, muchas veces, depende de la voluntad. Aunque unas sentencias, efectivamente, digan que se tiene que cumplir, no ha sido hasta que ha llegado un gobierno progresista cuando se han cumplido. Da la razón al Gobierno regional, pero también a la Asociación de municipios ribereños, que fueron los primeros que denunciaron la falta de caudales ecológicos. El único río de España que no tenía. Ahora, obligados por los tribunales y por la Directiva Marco Europea, cambian las normas, la situación y la gestión hídrica en este país.

La política, muchas veces, depende de la voluntad

Borja Castro

Sin embargo, desde el Partido Popular sí defienden un trasvase. ¿Pueden entenderse las elecciones municipales en los pueblos de esta zona como una especie de referéndum a favor o en contra del trasvase?

Sí, es así. De hecho, en algunos pueblos el debate es todavía mucho más incendiario. Además, hemos escuchado recientemente las manifestaciones que ha orquestado la derecha en el Levante, llevando autobuses de regantes a Madrid. Este es un escenario que se agita siempre previo a unas elecciones. El Levante saca la bandera de ‘El agua para regadíos’ y la lleva a Madrid para arrojarla al Gobierno.

El Partido Popular sabe que tiene un nicho de votos más importante en esta zona y sacrifica a su peón en Castilla-La Mancha. No le importa y defiende que se siga alimentando el monstruo del regadío y los trasvases, ahogando y secando a los municipios ribereños. Lo están engordando de manera artificial con una estructura desmesurada a cientos de kilómetros para hacer desembocar el río Tajo, en lugar de en Lisboa, en la Manga del Mar Menor.

¿Qué le dirías a ese regante que sale a manifestarse?

Lo primero: que lea y se informe. Muchas veces los políticos dicen cosas que no tienen nada que ver con la realidad en una época previa a elecciones. Podrían leer esa publicación en el BOE en la que se dice que el Gobierno de España les va a subvencionar el agua desalada para sustituir, al mismo precio, el agua del trasvase. Al final es un debate simplemente por el coste del agua; si la desalada fuera más barata, un empresario o un regante, que mira su cuenta de resultados, optaría por esta opción si económicamente es más rentable.

Le diría que pensara de forma autónoma. No se puede pretender convertir un territorio seco en la huerta de Europa con el recurso perteneciente a otra parte del territorio. Y le diría que se pusiera nuestros zapatos. Si ellos tienen derecho a desarrollarse con el agua, nosotros también la queremos (ríe). Agua para todos, pero primero para nosotros, que es donde nace y está de manera natural el recurso. Que leyeran el panorama nacional alejándose del egoísmo. Tienen un Mar Mediterráneo con recursos hídricos infinitos. Ellos pueden desalar, nosotros no.

En una entrevista a CLM TV decías que “no solamente nos da la razón la ciencia, sino también la política”; ¿qué aspectos científicos avalan la subida de los caudales ecológicos o defienden la ruptura del trasvase?

Son los técnicos del ministerio los que dicen que para estabilizar los embalses de Entrepeñas y Buendía había que recortar el trasvase. No podíamos pasar de estar en invierno en un nivel 2 y luego en verano casi llegar a extinguir el río. No es bueno que haya tanta fluctuación.

El nivel de agua de los ríos que rodean Alcocer, igual que Buendía, varía mucho en función del mes
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El nivel de agua de los ríos que rodean Alcocer, igual que Buendía, varía mucho en función del mes

Además, las mismas asociaciones de biólogos y químicos del Levante alertan de las consecuencias desastrosas que está teniendo en su territorio. Ellos son empresarios y miran por su bolsillo, pero deben mirar también por la situación medioambiental en la que se encuentra la Manga del Mar Menor, que es consecuencia directa de la contaminación de las aguas subterráneas por la sobreexplotación de regadíos. Ese patrimonio está perdiendo su atractivo y, además, está echando a sus habitantes por los hedores a muerte y putrefacción. Deberían tener en cuenta eso en el Levante.

Alcocer está bañada por las aguas del embalse de Buendía de forma natural, hablábamos del referéndum. ¿Hay una opinión mayoritaria?

Cuando hablamos de las municipales, al ser núcleos tan pequeños, siempre está muy ligado el trabajo de esos cuatro años y la persona que encabeza la lista. Si esa persona ha dado la cara y ha estado en el día a día y puede mirar a la cara a sus vecinos, es determinante. El agua tiene una lectura más en el ámbito regional, en la papeleta autonómica.

¿Cómo se plantea el futuro del trasvase?

Con esperanza. Hace cuatro años, cuando yo entro en la asociación, encuentro a 21 alcaldes más con los brazos bajos. Decían que nada iba a cambiar, que todo iba a ser muy complicado; veían el futuro oscuro. Y hemos dado la vuelta a esta situación. Es cierto que nos ha ayudado bastante un gobierno progresista nacional, que ha entendido las necesidades de los municipios ribereños en contraposición a los intereses económicos y capitalistas en el Levante. Se abre un futuro de esperanza. Estamos resucitando, dando pasos cortos, pero seguros.