NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ACTUALIDAD

¿Pagaremos más o menos en la factura de la luz por el cambio de hora?

El próximo domingo entramos en el horario de invierno. Las horas de luz natural son menores, lo que podría afectar a la factura de la luz.

¿Pagaremos más o menos en la factura de la luz por el cambio de hora?

El principal objetivo de los cambios de hora es aprovechar al máximo la luz natural, de forma que se consuma menos energía, favoreciendo a la hora de pagar la factura de la luz. Sin embargo, el diferente estilo de vida de las personas podría hacer que este objetivo no se cumpla.

En la madrugada del sábado 29 para el domingo 31 retrasaremos el reloj una hora, por lo que a las 3 serán las 2, pudiendo dormir una hora más. Esto implica entrar en el horario de invierno y, por tanto, menos horas de luz natural.

El cambio de hora se instauró hace bastantes décadas e, inicialmente, se pretendía una disminución del consumo energético por parte de la industria. Ahora esta medida está dejando de ser útil para el consumo de las familias, que ha aumentado por el uso de dispositivos electrónicos.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) también resalta que ahora el ahorro en la factura de la luz es prácticamente nulo, dejando en entredicho que el cambio de hora será importante desde el punto de vista económico debido a que la luz que se ahorra durante las primeras horas del día se gasta en los atardeceres más tempranos que hace que encendamos la luz antes.

Aun así, con el horario de invierno, y según los cálculos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDEA), se podría ahorrar un 5% en el mejor de los escenarios, teniendo en cuanta la subida de la luz que se está experimentando desde hace más de un año.

Un debate sin fin

La Comisión Europea (CE) lleva años intentando impulsar el fin del cambio de hora en todos los países miembros. Sin embargo, seguimos cambiando el horario a finales de marzo y octubre.

Este cambio horario se implantó por primera vez en 1916, en plena Guerra Mundial a petición de Alemania para ahorrar carbón. Con el tiempo se extendió por el resto del continente, pero ahora, no hacen más que surgir dudas sobre su utilidad.