Nuevo hallazgo en Pompeya
Los arqueólogos han descubierto nuevas habitaciones con camas que muestran las consecuencias de la erupción volcánica del Vesubio.
Pompeya continúa regalando tesoros arqueológicos. En esta ocasión, se ha descubierto en la Casa del Larario, en la zona Regio V, una serie de habitaciones con sus muebles llenos de objetos.
Tal y como recoge El Español, los arqueólogos han hallado diversas piezas como una cama sencilla, una mesa auxiliar redonda de tres patas, un baúl con una lucerna con dos bocas, siete tablillas de madera dobles o un armario del mismo material y de unos dos metros de altura con al menos cinco baldas hundidas.
El anuncio de este descubrimiento se efectuó en agosto. El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, explicó en aquel momento que el hallazgo de estas estancias amuebladas ofrece información acerca de las clases medias y bajas de Pompeya, “la mayor parte de su población pero poco representada en las fuentes”.
Sin embargo, ha sido ahora cuando han concluido las excavaciones y, por lo tanto, cuando se ha dado a conocer todo lo que se ha descubierto. Por ejemplo, en uno de los armarios se han encontrado cuencos de cerámica de mesa de terra sigillata y algunas botellas de vidrio fragmentadas.
El director del parque arqueológico ha resaltado que esos objetos son “un verdadero tesoro no por su valor material, sino por la imagen que proporciona de la vida cotidiana en la antigua Pompeya”.
Se han descubierto dos nuevas habitaciones
La actualización de este descubrimiento, además, ha arrojado importantes novedades. Los arqueólogos también han encontrado otras dos pequeñas estancias, en este caso no en la Casa del Larario sino en otro edificio detrás de la misma.
El mobiliario de una de las habitaciones se ha podido recuperar en su totalidad. Del mismo, destacan dos grandes camas con cabeceros decorados que han revelado que la sala, de unos trece metros cuadrados, se utilizaba como dormitorio.
La primera cama tiene unas dimensiones aproximadas de 2,20 x 1,20 metros y contaba con una manta enrollada de manera desordenada que podría indicar que fue manipulada a toda prisa ante la llegada de la lava. Además, en la base de la cama se ha hallado una cuña de madera que se usaba para nivelarla.
La otra cama era de un tamaño similar. Lo más llamativo es que sobre ella se ha encontrado parte del falso techo de madera que cubría la habitación y que se derrumbó a raíz del episodio volcánico.