Nueve consejos para ahorrar hasta 450 euros al año en materia energética en la Unión Europea
La Comisión Europea y la IEA proponen una serie de tips para notar menos la subida de precios.
El estallido de la guerra en Ucrania y, fruto de esta, la inflación han traído consigo un aumento de los precios en prácticamente todas las áreas del mercado. Sin embargo, hay una en la que los ciudadanos la han notado especialmente: el coste de la energía.
Por ello, la Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) han elaborado conjuntamente un informe con nueve consejos para que los bolsillos de la población noten menos esta subida de precios. En total, y según las estimaciones de ambas organizaciones, este ahorro podría ser de hasta 450 euros.
El primero de ellos pasa por usar menos el aire acondicionado y la calefacción. Según este informe, regulando únicamente un grado nuestros termostatos, un hogar se puede llegar a ahorrar un total de 70 euros al año.
En este sentido, tanto la Comisión Europea como la Agencia Internacional de la Energía también recomiendan ajustar la caldera. Según el informe, “la instalación adecuada de su caldera podría ahorrar alrededor de 100 EUR cada año”.
El informe también recoge consejos en materia de automóviles. Por ejemplo, propone hacer un uso “más económico de los coches”, es decir, compartir los vehículos con amigos y familiares cuando esto sea posible y viable, así como disminuir el uso del aire acondicionado dentro del mismo.
En esta misma línea, proponen fomentar el teletrabajo, de tal manera que la ciudadanía ahorre el combustible que emplearía en desplazarse hasta su puesto de trabajo. El informe, además, habla de reducir la velocidad en autopista o, incluso, dejar de usar el coche los domingos, como ya hacen ciudades como Milán o París.
Más bicis y más transporte público
En esta misma línea, otra de las propuestas que lanza este informe pasa por fomentar el uso del transporte público o de vehículos más sostenibles, como la bicicleta, así como realizar los trayectos cortos a pie. Y, finalmente, sugiere cambiar el avión por el tren para trayectos que lo permitan.