Muere el dueño de un hotel histórico de Benalmádena cuando iba a venderlo

El propietario del emblemático hotel Alay de Benalmádena, Antonio Vilar, falleció el pasado 20 de septiembre tras sufrir un accidente de tráfico en la R-3, a la altura de la localidad de Arganda del Rey (Madrid). En el siniestro también falleció el director general.

Un accidente que se produjo cuando el vehículo en el que circulaban, se salió de la vía y dio varias vueltas de campana, según ha informado ‘ABC de Sevilla’. La esposa del empresario hotelero, Olga Hyrchenko, resultó herida y, pese a que le diagnosticaron un traumatismo craneoencefálico leve y politraumatismos, está fuera de riesgo y se recupera de sus heridas en el Hospital La Paz de Madrid, tal y como recogió el medio citado.

Además, el hecho se produjo cuando los dos socios viajaban a Madrid para negociar la venta del emblemático complejo hotelero a un fondo de inversión. Vilar accedió a la propiedad del hotel de la localidad malacitana en el año 2015, después de que estuviese en las manos de la familia Aguirre, fundadores del complejo. Un hotel que abrió sus puertas por primera vez en el año 1964.

De hecho, se trata de uno de los hoteles históricos de toda la provincia de Málaga, ya que fue el primero en especializarse en la celebración de convenciones y congresos. La hotelera catalana Ibersol estuvo al mando de la gestión del hotel durante varios años, aunque fue en 2018 cuando Villar tomó la decisión de encargarse de tomar las riendas de la dirección del mismo.

Ubicado en el puerto deportivo de Benalmádena y frente al paseo marítimo, a escasos 50 metros de la playa, se encuentra a 15 minutos del aeropuerto de Málaga. Además, se caracteriza por ser uno de los hoteles pioneros en el desarrollo turístico de la Costa del Sol. Vilar acometió diferentes reformas en el emblemático hotel malagueño durante su etapa al frente del complejo.