Muere a los 96 años el expresidente chino Jiang Zemin
Su mandato estuvo marcado por la continuidad del aperturismo económico de su predecesor y la entrada de China en la OMC.
El expresidente chino Jiang Zemin, que estuvo en el cargo entre 1993 y 2003, ha fallecido este miércoles, a los 96 años de edad, en la ciudad oriental de Shanghái, según ha informado la prensa local.
Según la agencia estatal de noticias Xinhua, Jiang ha muerto debido a una leucemia y un fallo multiorgánico. La enfermedad del expresidente solo era conocida por su familias y personas más allegadas, pues no había sido anuncia anteriormente por la prensa ni las instituciones.
Desde el Partido Comunista, el Parlamento y el Ejército han querido mostrar su pesar por la muerte de Jiang. “La muerte del camarada Juan Zemin es una pérdida incalculable para nuestro Partido, nuestro Ejército y nuestra gente de todos los grupos étnicos”, dice la carta.
Su fallecimiento se produce después de un fin de semana lleno de protestas contra la estricta política ‘cero COVID’ de Xi Jinping para frenar el avance de la pandemia en el país.
Cabeza del Partido Comunista de China
El expresidente encabezó el Partido Comunista de China después de la represión de Tiananmén contra los manifestantes que estaban a favor de la democracia en 1989. Años después, en 1993, fue nombrado presidente.
Durante su mando ayudó a sacar a su país del aislamiento democrática, reparó las relaciones con Estados Unidos y gestionó un auge económico sin precedentes en China. Además, contribuyó para que su país entrase en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001 y la consecución de los Juegos Olímpicos de Pekín del año 2008.
La última aparición pública de Jiang fue el 1 de octubre de 2019 con motivo del Día Nacional y la celebración del septuagésimo aniversario de la proclamación de la República Nacional China, según recuerda la prensa local.
Este político, también conocido como “el Florero” o “la Veleta” por su carácter pragmático y moderado según sus críticos, acabó siendo más popular fuera que dentro de China, ya que era de los pocos líderes comunistas que hablaban inglés con fluidez.