Mir: la mina de diamantes más profunda del mundo
Se trata de un gigantesco agujero abierto de 1.2000 metros de diámetro que se encuentra en Siberia y en su momento fue la más grande del mundo.
A veces los tesoros más bonitos no están enterrados, sino a plena vista. Como la mina de Mir, o Mirny, una explotación de diamantes que, en su momento, fue la mayor del mundo, aunque en la actualidad esté cerrada.
Esta mina a cielo abierto se encuentra en Rusia, concretamente en la ciudad de Mirny, en Siberia, de la que toma el nombre. Sus enormes dimensiones siguen impresionando a la gente y turistas que se acercan a contemplarla y no es para menos, porque además de haber sido la más grande en sus tiempos, también fue la más rica de la Unión Soviética.
Capaz de absorber helicópteros
La mina de Mir fue cerrada en el año 2001. Tenía una profundidad de 518,16 metros y un diámetro de 1.200. Fue la mayor mina abierta de diamantes del mundo hasta que apareció la mina de Yubileynym también en Rusia, que actualmente se encuentra en el podio.
Si hablamos de agujero, la mina de Mir se coloca en segundo lugar. El primer puesto se lo lleva la mina de cañón de Bingham en Salt Lake City, en Estados Unidos. En cuanto a profundidad, la mina de Mir tampoco se lleva la medalla de oro. En este ránking se posiciona como primera la mina de Tau Tona.
Pese a esto, a esta mina se le ha adjudicado la capacidad de absorber helicópteros, como una especie de leyenda. Sin embargo, no hay nada de mágico ni de oculto detrás de este agujero. La razón por la que se le atribuyó esta capacidad es porque al ser tan grande, el aire que contiene se caliente y se eleva causando un cambio de temperatura de masas de aire abrupto que hace que los helicópteros se desestabilicen y pierdan el control.
Así encontró la URSS los diamantes
La mina de Mir supuso casi 50 años de operaciones de explotación y dieron unos dos millones de carats de diamantes al año, aunque este dato no se ha llegado a confirmar de manera oficial. Tras su cierre, continuó siendo explotada de manera subterránea.
Antes de su apertura, varios estudios e investigadores descubrieron kimberlita, una roca ígnea que en ocasiones alberga diamante. Tras dar con el diamante en bruto, Stalin decidió abrir una mina en 1957.
Pese a las condiciones del tiempo y los materiales y tecnología que había en la época, la mina se construyó bastante rápido. Tirando de grandes motores y de dinamita consiguieron hacer los suelos y construyeron una planta de procesado de 32 kilómetros de yacimiento.
Junto a la mina fue creciendo poco a poco la ciudad, hasta el punto de que el casco urbano acabó en el extremo de la excavación. El rápido desarrollo de la ciudad también estuvo motivado por querer hacerse un hueco entre las potencias mundiales de la explotación de diamantes.