Medvédev advierte de un “apocalipsis”

Desde el comienzo de año, los países aliados han dirigido sus ayudas militares a Ucrania con la vista puesta en las ofensivas de primavera que tanto Kiev como Moscú pretenden lanzar. Superado el debate del envío de los tanques Leopard 2, y con los aviones de guerra encima de la mesa como siguiente objetivo de Zelenski, altos mandatarios cercanos a Putin han advertido del riesgo que corre Occidente si continúa su apoyo logístico a Ucrania. El que fuera presidente de Rusia entre 2008 y 2012, Dmitri Medvédev, ha sido el último de ellos. Afirma que, de continuar esta dinámica, “habrá que olvidarse de la anterior vida durante siglos”.

Medvédev, quien actualmente ejerce como vicepresidente del Consejo de Seguridad, se ha referido al asunto a través de un artículo publicado para el diario Izvestia donde ha definido la maniobra militar occidental como un “bombeo de armas al régimen neofascista de Kiev”. Según ha criticado, si existe apoyo armamentístico jamás se llegará a reactivar ningún tipo de negociación de paz entre Rusia y Ucrania. De hecho, ha ido más allá al sentenciar que si el suministro de equipo letal no se corta “se eleva el riesgo de una catástrofe nuclear a nivel mundial”. Estas palabras llegan días después de que Putin congelase de manera unilateral el último tratado de desarme nuclear vigente entre Estados Unidos y Rusia: el START III.

Desmarca el destino de Rusia del que sufrió la URSS

De hecho, el antiguo presidente ruso ha amenazado a Occidente comparando las intenciones actuales hacia su país con las que tuvo Estados Unidos frente a la Unión Soviética. Así, ha señalado que será un “error extremadamente peligroso” si los aliados de la Organización Atlántica pretenden terminar con Rusia “sin pegar ni un solo tiro”, tal y como ocurrió con la caída del bloque soviético a principios de la década de los noventa.

“Nuestros enemigos están haciendo precisamente eso (suministrar armas a Ucrania), no queriendo entender que sus objetivos obviamente conducirán a un fiasco total”, ha vaticinado el exmandatario ruso. En su discurso ha defendido que no solamente no se necesita un mundo sin Rusia, sino que el propio país jamás permitirá ese escenario; una hipotética situación que no ha desvinculado de la hecatombe. Medvédev ha definido las consecuencias del intento de enterrar Rusia como “pérdidas para todos. Colapso. Apocalipsis. Olvidar durante siglos, hasta que los bloques humeantes dejen de emitir radiación”. Para el antiguo presidente ruso, acabar con una potencia nuclear solo puede generar una guerra nuclear.