NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Actualidad

¿Me pueden cobrar en un bar o restaurante por poner hielo en la bebida?

Un verano plagado de olas de calor, sumado a la crisis energética que ha traído consigo una mayor demanda de hielo en un momento en el que este escasea.

Actualizado a
¿Me pueden cobrar en un bar o restaurante por poner hielo en la bebida?
David Zorrakino Europa Press

El calor abusivo ha chocado con las consecuencias de una crisis energética provocada por la guerra de Ucrania, entre las que se encuentra la falta de hielo. Su demanda sube, chocando con la falta de este en los supermercados. Dada esta situación, son muchos los que se cuestionan si nos pueden cobrar por los hielos en bares y restaurantes.

La respuesta es sí. Así lo ha confirmado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que lo encuentra “tan abusivo como si te cobraran por usar la vajilla”. Sin embargo, es una decisión que queda a juicio del establecimiento. En cualquier caso, si así lo deciden, deberán indicarlo en la carta.

En este sentido se ha manifestado el portavoz de la organización, Enrique García, que, además de apuntar que “cobrar el hielo en determinados productos es excesivo”, señala que “no se puede desgajar esa cuestión del servicio”; sin embargo, “hay libertad de precios y cada establecimiento puede cobrar lo que estime oportuno”, ha apuntado en declaraciones recogidas por Telecinco.

En algunos casos “no debería plantear un precio desgajado”

Pero son muchos los productos que siempre llevan hielo, como los refrescos o algunos cafés. Y, para García, esto “no debería plantear un precio desgajado”. Este, además, opina que la escasez del hielo se debe a que la subida del precio de los costes de producción le ha quitado a las pequeñas empresas la posibilidad de almacenar tanto hielo durante el invierno como solían hacer.

Todo ello, según García, se suma a una mayor demanda. Este año la gente ha aprovechado la remisión de la pandemia y una mayor libertad de movilidad para salir más que otros años de vacaciones.