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CAMBIO CLIMÁTICO

Mario Picazo: “En enero hemos tenido las anomalías más increíbles que se han registrado”

El meteorólogo y profesor de cambio climático explica a Diario AS las razones de las temperaturas anómalas registradas en enero.

Fotografía cedida por el entrevistado
Mario Picazo

Para hablar con Mario Picazo desde España hay que esperar nueve horas. Para hablar con Mario Picazo sobre cambio climático primero hay que respetar el cambio horario, porque vive en California. ¿Cómo se arranca una conversación con un reputado meteorólogo? En mi caso, torpeza o valentía, hablando del tiempo. “No lo creerás, pero en Madrid hacía frío esta mañana”. “Qué raro, mira que daban buenas temperaturas”, dice Picazo desde el otro lado del mundo y de la pantalla. La entrevista sale rodada desde el minuto uno.

Mario es meteorólogo y profesor de cambio climático en la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA). Vive allí desde hace una década, y aunque va “yendo y viniendo” a España “cada rato”, asegura que en 2024 volverá para establecerse en Madrid o Valencia. De momento, desde su estudio en California, con un croma verde de fondo que tiene el tamaño ideal para proyectar un mapa y explicar si va a llover o no en tu pueblo, Picazo atiende a Diario AS.

En las últimas semanas, dos palabras se repitieron en sus redes sociales. ‘Primavera’ y ‘adelantada’. Una forma de decir que hizo un calorazo en el mes de enero, en “la quincena más fría del año”. Se rozaron los 20 grados en Navacerrada, una región conocida por su pista de esquí. En Canadá, país que tiene parte de su territorio en el círculo polar ártico, también se alcanzaron los 20 grados “y allí están acostumbrados a estar a 20 bajo cero”. Muchos tuvieron que desempolvar las gafas de sol y rebuscar en el fondo de los cajones su mejor camiseta de verano. Pero no es oro todo lo que reluce, ni lo es el sol disparando los termómetros en invierno.

-¿Qué es eso de la ‘primavera adelantada’?

-Los valores que hemos medido en enero, especialmente la semana pasada, no son normales, son propios del mes de marzo o de abril. Se han batido muchísimos récords de temperatura. Es llamativo porque se ha dado en enero y por lo que se está prolongando en el tiempo, porque una situación así puede aparecer en invierno. Pero que la anomalía térmica sea tan larga, no es normal. Cada vez tenemos anticiclones más potentes y provoca que estas temperaturas perduren más en el tiempo. Pasa lo mismo con las borrascas, que son muy intensas y nos dejan lluvias que nos machacan. También es normal que la población se alegre de tener este tiempo en invierno. Que en enero te salgan semanas primaverales es como ‘¡jope, que buen día!’, pero ya hay situaciones críticas en las estaciones de agua y otros problemas que no hacen que esto sea positivo.

-Estas temperaturas no son normales a estas alturas de año

-No. Además, ha empezado precisamente en la quincena más fría del año, que es la segunda de enero, hemos tenido las anomalías más increíbles que se han registrado. De hecho, el día más frío del año, en el conjunto nacional, es el 21 de enero. En Canadá se han dado temperaturas de 20 grados, y allí están acostumbrados a estar a 20 bajo cero. No necesitas fijarte solo en España. Es llamativo, especialmente por cuando ha encajado en el calendario, en fechas muy frías.

-¿Puede provocar esto un retraso del verdadero tiempo primaveral?

-Se ha adelantado, pero ¿podría retrasarse la primavera pura y dura? Depende de muchos factores. Tenemos desconocimiento de cómo afecta el cambio climático a patrones atmosféricos, que cada año son distintos. Este año, además, tenemos ‘El Niño’, que está marcando la tendencia, pero este es un cambio climático natural, aunque se está mezclando con el cambio climático humano.

Confío en que hayamos tenido un invierno seco y que la primavera sea generosa, como ya ha pasado en otros años. Ten en cuenta que de octubre a enero suele haber bastante precipitación, aunque la recta final de 2023 no lo ha sido. En todo caso, los pronósticos indican que la segunda quincena de febrero volverá a ser más invernal, con frío y nevadas. Pero habrá que ver si se cumplen. La primavera, sea la que sea, esperemos que sea generosa con las lluvias, o si no lo vamos a pasar muy mal por la sequía.

“La primavera, sea la que sea, esperemos que sea generosa con las lluvias, o si no lo vamos a pasar muy mal por la sequía”

Mario Picazo

-Estamos viviendo la peor sequía en años. En invierno.

-Ya se está racionando el agua en Cataluña. Independientemente de toda la lluvia que pueda caer, hay que rellenar acuíferos y el problema no se va a resolver en una semana. También, mucha de la nieve que teníamos en las montañas se ha derretido rápidamente. Ese deshielo prematuro no es bueno, el bueno es el de primavera, que va rellenando poco a poco los acuíferos. El que se produce ahora, no sabemos cómo influirá en las reservas de cara a verano. Creo que habrá restricciones en primavera y en verano, aunque todo dependerá de las lluvias de primavera.

-¿Qué es El Niño? ¿Ha provocado la ‘primavera adelantada’?

-Es un fenómeno natural en el que no interviene el hombre. Es un ciclo natural del calentamiento del Pacífico. Es cierto que el calentamiento provocado por el humano está más presente y los ciclos no encajan. Este tiempo primaveral que hemos tenido en enero no podemos atribuirlo al cambio climático hasta que hagamos un estudio de atribución, no podemos echar todo al cambio climático cuando hay una anomalía. Sin embargo, no hay que ser un genio. Llaman la atención unas anomalías tan extremas con señales de actividad humana.

-¿Qué es un estudio de atribución?

-Pues ver cuánto se ha calentado la Tierra desde el período preindustrial hasta ahora. Cuántos gases de efecto invernadero hemos emitido y cómo ha afectado una señal a un sitio concreto en un período concreto. Por ejemplo, a veces se hace un estudio de atribución cuando hay un huracán más fuerte de lo normal y se quiere saber si es culpa del hombre y su actividad. Esos son los estudios de causa y atribución: investigar si un fenómeno extremo ha sido causado por el cambio climático humano. Yo ya te digo que no es normal que tengamos estas temperaturas en enero. Están totalmente fuera de rango.

-En Navacerrada se han rozado los 20 grados en enero.

-Tenemos unas anomalías que han batido récords en muchos observatorios. Hace 15 años hablaba con directores de centros de esquí y ya entonces pensaban en llevar los remontes al pico de la montaña, porque no sabían donde subir para tener nieve. En zonas de montaña las cotas de nieve son cada vez más altas: nieva menos, llueve menos… Por eso el esquí es un deporte que se está volviendo cada vez más intermitente, porque no todos los años tienes las condiciones.

-¿Qué se espera de este último mes y medio de invierno?

-Esperamos cambios a partir de la segunda quincena de febrero. Se abre la puerta del aire frío, hay más humedad y quizás precipitaciones. En febrero podemos volver un poco a la normalidad, el frío del mes puede ser muy intenso. En las primeras semanas de marzo, bueno, la primavera meteorológica comienza el 1 de marzo, por lo que estamos entrando en primavera. En todo caso, podremos tener episodios de precipitaciones y de frío. Y después llega abril, que es el mes más lluvioso para algunas partes de España.

“El esquí es un deporte que se está volviendo cada vez más intermitente, porque no todos los años tienes las condiciones”

Mario Picazo

-Llevamos unos años con veranos muy calurosos.

-Antes, cuando yo era un chaval, teníamos veranos calurosos, pero era solo uno. Era ‘el verano’. La noticia ahora llegará cuando el verano sea más frío de lo habitual. Nuestros veranos van a ser cada vez más como los últimos, es decir, con más calor, más prolongados y más intensos. Y el problema principal, que es irreversible, es que los mares y océanos se calientan cada vez más, y eso va a estar cada vez más presente en nuestras aguas, especialmente en el Mediterráneo, que es el mar que más se calienta de todo el mundo. Tengamos un grado más o uno menos, el factor bochorno del verano será el guion habitual. En conjunto, los veranos serán cada vez más como son. Y eso marca mucho la tendencia del turismo en España. Muchos no van ya al sur, sino al norte. El turista extranjero no viene en julio y agosto, sino en mayo y octubre. Puede llegar un verano más fresco, pero será algo puntual.

-¿A qué temperaturas llegaremos si todos los veranos van a ser tan calurosos?

-Yo siempre he hablado de que llegaremos a los 50ºC en España. De hecho, ya hemos estado cerca. Porque el calor calienta el mar y prolonga las situaciones de insolación. Se acumula la energía y los mares nos devuelven temperaturas altas. La calima ya no está en Canarias, llega al Cantábrico. Pero llegaremos a los 50ºC, y no quiero lanzar un titular alarmante, pero llegaremos.

-¿Ese calentamiento es producto de ‘El Niño’?

-Bueno, este 2023 ha sido de los más cálidos porque ‘El Niño’ ya estaba en verano, y eso suma. Cuando tienes calentamiento global causado por el humano y le añades un fenómeno como ‘El Niño’ que calienta los océanos, es como si encendieras un pequeño calefactor.

“En conjunto, los veranos serán cada vez más calurosos. Y eso marca mucho la tendencia del turismo en España”

Mario Picazo

-¿Durante qué meses se gesta ‘El Niño’?

-A ver, recibe el nombre de El Niño porque llega a su máximo en Navidad, por el niño Jesús.Los peruanos lo bautizaron por ello. Pero tarda meses en gestarse, comienza en verano, llega a sus máximos en diciembre y a partir de ahora debería ir a menos. Para el verano, este Niño debería haberse ido, es un período de un año. Lo que pasa es que tenemos tantas anomalías térmicas en nuestros océanos que ya no sabes. Creemos que el 2024 será un año caluroso, pero confiamos en que no rompa el récord de 2023.

-El cambio climático causado por el hombre ha ido en aumento en las últimas décadas ¿Adapta la meteorología los modelos de predicción a la actualidad?

-Todos los modelos de predicción que utilizamos se van actualizando. Hay miles de ecuaciones que representan los océanos, la superficie terrestre, la vegetación. Todo lo que interviene en el sistema climático de la tierra se va mejorando con la investigación. Ahora tenemos una nueva herramienta que nos ayuda con todo esto, la inteligencia artificial. Ahora se pueden hacer predicciones mucho más rápidas, lo que antes tardabas en hacer una década, ahora lo haces en nueve meses. Vamos a tener unas herramientas que nos van a permitir hacer predicciones mucho más precisas en un futuro no muy lejano, y no solo para el fin de semana que viene, sino para períodos más lejanos, como el verano.

-¿Cómo utilizáis la inteligencia artificial en la meteorología?

-La utilizamos para mejorar las predicciones. Lo que antes tardaba mucho más en hacerse, desde el punto de vista numérico, ahora se hace más rápido. Los fenómenos que ocurren en la atmósfera se integran mucho más rápidamente en los modelos numéricos. Este proceso se acelera a medida que introducimos la inteligencia artificial, que permite predicciones más exactas y veloces.

-¿Esos modelos de predicción recogen la intervención humana?

-Sí. Hay un inventario que muestra, por ejemplo, lo que sale de una chimenea. Esos gases se meten en un modelo numérico y te hace un cálculo de cuánto va a subir la temperatura por C02 emitido. Pero es importante que esos inventarios sean buenos para que no se subestime el calentamiento, que es lo que ha pasado, hemos subestimado el cambio. Por ejemplo, hay muchas tuberías que transportan gas por el mundo que tienen fugas de metano, y eso no se ha contemplado durante muchos años. Esas fugas no estaban en el inventario y hemos subestimado el calentamiento.

-Eres profesor de cambio climático en California. ¿Qué posturas tienen los estudiantes?

-(Ríe) En Estados Unidos, aunque hagas una carrera de económicas o alguna que no tenga nada que ver con meteorología, te obligan a tener una serie de asignaturas en ciencias. Una de ellas es la de cambio climático, y yo tengo estudiantes de muchos perfiles: meteorólogos, biólogos, otros que vienen de empresariales… Todos los que están ahí sentados quieren saber qué está pasando y la ciencia que hay detrás de esto. Tenemos una clase con muchos debates, no solo habla el meteorólogo con su explicación científica, cada uno tiene su cancha y la interacción es muy bonita. Lógicamente, habrá gente que no tenga tan clara la situación, digamos, un negacionista, pero se ha metido en la clase para entender lo que empuja la teoría de que el hombre está cambiando el clima. Pero ahí entra la ciencia pura y dura, que es lo que tenemos que utilizar para explicar lo que está pasando. Cuando el 99,7% de los científicos del mundo coinciden en ello, no hay mucha pérdida. También hablamos mucho de los intereses económicos de las petroleras, que lógicamente no quieren que esto vaya en esa dirección; y también hablamos de soluciones y de cómo vemos el futuro.

-Hay gente que cree en el cambio climático, y al mismo tiempo, es muy pesimista

-Hay cosas que todavía están en desarrollo, y claro, surgen negocios y la gente quiere vivir de ello. No tenemos muchas alternativas. Cuando veo lo que está pasando, y hablando con profesores que investigan el cambio climático, hay cosas que prefiero callar, que no sabemos que sí pueden ocurrir y que podrían ser catastróficas. Pero hay que ser positivos, si no trasladamos positivismo a la población, y explicamos esas soluciones que sí se pueden dar, la gente dirá ‘lo que llegue llegará, al traste todo, no voy a hacer nada’. Estamos haciendo cosas que son positivas, si en lugar de combustibles fósiles utilizas solar y eólica y a la vez generas un nuevo puesto de trabajo, ahí lo tienes.

Lógicamente, hay gente que lo pasa mal porque pierde su trabajo, ve que ya no hay lo mismo que antes y no encaja en lo nuevo. Pero de ahí a decir que la energía solar o la eólica no es aprovechable, es otra cosa. En 2023, respecto a 2022, la capacidad de generar energía limpia con renovable ha subido un 50%. China, que es un país muy contaminante, está a la cabeza de la energía solar, aunque tendría que hacer mucho más. Pero vemos una transición, y siempre que hay un modelo de negocio, vemos un cambio, tiene que haber dinero delante para que la gente quiera hacer algo. ¿Tiene que ser más rápido? Muchísimo más rápido, pero al menos hay algo, hace unos años no había nada. Hay que ser positivos.