Los trucos para cortar la cebolla sin llorar en el intento
Los mejores métodos para evitar o reducir la emisión de la sustancia volátil y, a la vez, minimizar sus efectos son: el agua, el cuchillo, el vinagre, el frío y las gafas.
La humanidad al completo, si alguna vez ha picado cebollas, conoce de primera mano que hacerlo sin llorar no es una tarea fácil. Este fenómeno se produce porque los ojos se protegen de manera natural de las sustancias irritantes que hay dentro de la cebolla, más concretamente de la alinasa, una sustancia que se desprende al cortarla y que origina la emisión de una molécula irritante denominada syn-propanotial-S-óxido o propanotial.
La razón del lagrimeo es la irritación de las mucosas nasales al inhalar la molécula que se desprende al cortar las capas de cebolla. Normalmente esta emisión suele tener un radio pequeño de alcance, de unos 50-90 cm aproximadamente.
Al respirar el propanotial, su acción irritante causa que nos lloren los ojos e incluso que nos sintamos mal y tengamos que salir de la cocina. Los siguientes métodos se basan en evitar o reducir la emisión de la sustancia volátil y, a la vez, en minimizar sus efectos.
Recomendaciones
El primer truco para cortar las cebollas sin llorar es pelar la cebolla, partirla por la mitad y sumergirla en agua fría unos minutos, para poco tiempo después sacar la cebolla del agua, secarla y cortarla. En segundo lugar, aparece como determinante la presencia del cuchillo, debido a que si hacemos un corte fino y preciso desgarraremos menos capas de cebolla que si utilizamos uno poco afilado que, al cortar, machaque, desgarre o aplaste la capa que corta.
En tercera posición, se encuentra la técnica que multitud de personas utilizan, el cual consiste en untar el filo del cuchillo con un poco de vinagre. De este modo, debes pelar la cebolla y sumergirla en una fuente llena de vinagre blanco durante 10 minutos. A continuación y pasado este tiempo en remojo, saca la cebolla, sécala con papel de cocina y córtala con paciencia.
El truco más importante
Otro truco que también pueden ser de gran utilidad es comprarte unas gafas para pelar cebolla, de tal modo que la persona en cuestión tendrá que ponérselas siempre que vaya a cortarla en caso de que no quiera llorar. Sin embargo, el último truco es el más importante: contar con una buena tabla, un buen cuchillo afilado y hacer el corte con una buena técnica.
Por este motivo, es recomendable guardar cierta distancia con el cuchillo para evitar estar en el radio de alcance de las emisiones que hará la cebolla. Asimismo, es importante que no haya corrientes de aire o nos podrán alcanzar igual por mucho que nos alejemos.