Los productos que son más baratos a pesar de la inflación
Juguetes, frigoríficos, colchones, ropa y calzado de invierno, ropa deportiva, son algunos de los productos que no han subido de precio y han bajado.
Todo es más caro. Desde la cesta de la compra, la luz, el gas, las hipotecas... La inflación se situó en agosto en el 10,5%, un dato que no se registraba desde los años ‘80. Y aunque ha bajado un punto en septiembre, el Índice de los Precios al Consumo, IPC, muestra el encarecimiento de los productos.
Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero los precios de diferentes productos y servicios se han ido encareciendo. Pero hay algunos productos que han llegado incluso a bajar de precio, y con grandes porcentajes.
Productos que han bajado más de un 30%
Los frigoríficos y los colchones son dos de los artículos que más han bajado el precio. Según el comparador de precios Idealo, hasta un 30%. Antes de la guerra, un frigorífico costaba de media 1.440 euros. Ahora rondan los 900 euros, una bajada de un 37% de media.
Si miramos a los colchones, en febrero costaban, de media, 305 euros. En agosto, habían bajado de precio a 215 euros, un 34% de bajada. Y es que el consumo se resiente y más ahora que llega el invierno.
Anticiparse a la Navidad
La Navidad es la época por excelencia de los juguetes, y hay muchas marcas que lanzan ahora ofertas y descuentos. En el caso de la muñeca Barbie, está un 28% más barata que en febrero.
En el caso de los juguetes Lego, unos de los más demandados, en agosto estaban por debajo de los 100 euros, cuando en febrero estaban sobre 114 euros. Los juguetes de la marca Playmobil también han bajado el precio, en este caso un 7%.
Ropa de invierno más barata
El hecho de seguir con temperaturas muy cálidas está retrasando la venta de abrigos y calzado invierno. Por eso las marcas están enfocando sus esfuerzos en vender con descuentos. Los gorros y guantes han abaratado su precio entre un 5% y 9%.
La ropa y el calzado son ahora de media un 9% más baratos que antes de la invasión de Ucrania. A todo ello influye también la tendencia internacional de reciclar, renovar, comprar de segunda mano o pensar en comprar mejor y menos que mucho y más, en plena batalla con el fast fashion y el desperdicio de ropa, agua, materiales, gasolina para el transporte y no respetar en algunos lugares de fabricación los derechos de los trabajadores.
En cuanto a la ropa deportiva, ésta también ha visto rebajada su precio. Una chaqueta de ciclismo cuesta hoy, de media, 93 euros, mientras que a principios de año se situaba en 107 euros. La ropa de running ha bajado de precio un 12% a lo largo del año.
En este sentido, la subida de los precios en productos de primera necesidad ha hecho que los productos secundarios, prescindibles, vayan aumentando cada vez más. El consumidor va cambiando sus preferencias y no consume tanto en lo que es más ‘superfluo’.
Datos que se ven avalados por la encuesta encargada por la web, donde el 52% de las familias españolas no llega a fin de mes. De hecho, muchas familias han empezado a recortar en gastos principalmente en electrónica (45%), ropa (37%) y calzado (35%). El dato más significativo, incluso quienes no tienen problemas para llegar a fin de mes, están comprando un 19% menos de media para ahorra ante la incertidumbre económica.