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Los motivos por los que puede que todavía no hayas cobrado la devolución de la Declaración de la Renta

La Agencia Tributaria tiene seis meses desde la presentación del modelo para abonar la cantidad a devolver, plazo que puede agotarse si el contribuyente no soluciona sus irregularidades.

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Todavía sigue coleando la campaña de la Renta y patrimonio 2022-23. Aunque ya haya terminado el plazo para presentar la documentación y el modelo correspondiente, desde que se hiciera en su día arrancó un contador de seis meses, que es el plazo que existe para que la Agencia Tributaria abone la cuantía correspondiente en caso de que salga a devolver.

Aunque lo habitual es que el organismo tarde pocos días o semanas desde que se formaliza la Declaración en hacer el pago, esto puede prolongarse en el tiempo. Existen casos en los que el plazo no se cumple y se agotan los seis meses sin que el contribuyente vea un euro, muchas veces provocados por retrasos en la revisión de los datos o por la existencia de errores en la Declaración.

Si la causa de dicho retraso no depende del contribuyente, sino de la Administración, según la ley se le tendrá que abonar la devolución más un interés por la demora que, en esta campaña, es de un 4′06% añadido al importe de la devolución. Pero, ¿cuál es el motivo por el que se daría en el caso contrario?

Posibles causas del contribuyente

En cifras, a esta fecha hay unas 350.000 devoluciones que se encuentran bloqueadas por la Agencia Tributaria, lo que supone, aproximadamente, unos 500 millones de euros. Y, probablemente, gran parte de estas devoluciones no se den hasta que el contribuyente no se dé cuenta de la irregularidad de su situación. Muchas veces se trata de deudas con Hacienda o con la administración pública, a causa de sanciones de tráfico o impuestos como el IBI o el de Matriculación.

Por ello, la mejor solución es telefonear a la Agencia Tributaria para aclarar las posibles dudas y encarrilar la situación. Aunque, claro está, la evidente solución es estar al día con todos los pagos y asegurarse de que la documentación aportada es válida o no está caducada.