Las mejores horas del día para beber agua: ¿cuándo es recomendable hidratarse?
Durante el día hay momentos concretos en los que ingerir agua tiene más beneficios: al levantarse, antes de las comidas o antes de ir a dormir.
El intenso calor está azotando a gran parte de Europa este verano. En España, las olas de calor han disparado los termómetros hasta más allá de los 45 grados en algunos territorios del país cuando apenas llevamos un mes de verano. Ante las altas temperaturas es especialmente importante una buena hidratación, pues de lo contrario podríamos tener problemas.
Es bien sabido por todos que, diariamente, se deben ingerir entre litro y medio y dos litros de agua para mantenerse correctamente hidratado, más todavía con estas temperaturas tan extremas. Pero, también, es importante conocer cuándo son los mejores momentos para beber agua durante el día. La web Agua Sana explica cuándo es mejor ingerir este líquido esencial para el funcionamiento de nuestro organismo.
Desde primera hora de la mañana, al levantarnos, debemos empezar a activar nuestro cuerpo, pues durante la noche el organismo se va deshidratando. Hacerlo, además tiene otras ventajas: ayuda a los riñones a eliminar toxinas y aporta un extra de energía para comenzar el día. Además, también ayuda a hacer la digestión en el desayuno.
Antes de comer y entre horas
Pasa el tiempo y llega la hora de la comida, momento de nuevo para tomar un vaso de agua para, como en el caso del desayuno, ayudar a la digestión mediante la hidratación del estómago y ofrecer protección contra la acidez. Por otro lado, es beneficioso a la hora de activar las papilas gustativas y que la comida que tomemos nos sepa mejor.
Tampoco debemos olvidar beber agua entre horas, puesto que la deshidratación produce malestar y fatiga, lo que puede hacer que sintamos que tenemos el estómago vacío. Por ello, debemos beber agua horas antes de ingerir alimentos para saber si nos faltaba hidratación o era hambre. Además, no hace falta decir que también es necesario antes, durante y después de hacer ejercicio. Durante el entrenamiento, se puede añadir algo de azúcar para que el cuerpo asimile rápidamente el agua y el sodio.
Antes de dormir
Por último, dos momentos más: una media hora antes de ir a la ducha, para evitar una bajada de la presión sanguínea por los cambios de temperatura, y antes de irnos a dormir, si bien lo mejor es mantenernos hidratados durante la noche para reducir el riesgo de sufrir calambres musculares, infartos o derrames cerebrales.