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Las 10 claves de la ley de universidades

Fomenta el cambio climático y el feminismo, además de elaborar herramientas contra la precariedad y crear nuevas categorías laborales, entre otras cosas.

Las 10 claves de la ley de universidades
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El Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), con los 182 votos a favor del PSOE, Podemos, ERC, PNV, Más País, Compromís, Teruel Existe y PDCAT. La norma anterior, la Ley Orgánica de Universidades (LOU), data de 2001.

“Hemos asumido la demanda de muchas universidades que durante años han reclamado el contar con una nueva ley, 22 años después de la aprobación la LOU. Hemos tramitado la ley desde un talante inequívoco de diálogo y consenso”, ha exhibido el actual ministro de Universidades de España desde 2021, Joan Subirats, durante su intervención en el Pleno.

Claves

Esta nueva ley, la cual quiere acabar con un largo periodo de infrafinanciación de las universidades públicas, tiene diez claves fundamentales:

  • Bases para el autogobierno de las universidades. Subirats ha consensuado con los partidos una “ley de bases”, de manera que cada universidad decidirá cómo se autogobierna y se estructura, a través de sus estatutos.
  • El camino al rectorado será más abierto. Los catedráticos, profesores titulares o permanentes laborales con los méritos científicos, de docencia y gestión que establezca la universidad en sus estatutos podrán postularse al puesto de rector.
  • Transparencia. Con este nuevo modelo de concurso público, el ministerio aspira a fomentar la transparencia y la objetividad puesta en entredicho. Y es que casi tres de cada cuatro profesores imparten clase en la universidad en la que se doctoraron, lo que representa un dato negativo.
  • Herramientas contra la precariedad. España, en su compromiso con Bruselas, obligará a las universidades a convertir a los 26.000 profesores asociados en indefinidos a tiempo parcial con derechos de antigüedad, paro y vacaciones.
  • Nuevas categorías laborales. En la actualidad, se ha creado las figuras de profesor permanente laboral y catedrático permanente laboral. Estos perfiles ya existen en Cataluña y País Vasco.
  • La financiación. En los presupuestos generales, en los autonómicos y en los de las universidades se establecerán cada año una aportaciones que deberían ser crecientes.
  • Cambio climático y feminismo. Las universidades, en unas oposiciones a igualdad de idoneidad, podrán tomar decisiones de discriminación positiva para favorecer la presencia del género minoritario (normalmente mujeres). Además, los campus tendrán que desarrollar una estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático.
  • Neutralidad. Uno de los puntos más controvertidos de la ley es una enmienda aprobada de los nacionalistas que permite a los claustros “analizar y debatir otras temáticas de especial trascendencia”.
  • Ciencia abierta. La ciencia debe llegar a toda la sociedad. Aunque sean financiadas por dinero privado, las investigaciones de las universidades serán de acceso libre y gratuito y los contratos con revistas científicas deberán ser transparentes.
  • Alumnado adulto. Con esta ley, se va a promocionar que acudan a la universidad adultos sin bachillerato, pero con gran experiencia en un campo para que profundicen en ello. Se fomentará el “aprendizaje para toda la vida”.

Objetivo

Con todo ello, Subirats ha resaltado que se trata de una ley que “asume las demandas de muchas universidades y que permite afrontar los retos actuales y enfrentarse a ellos a corto y medio plazo, además de garantizar su buena salud”.

De la misma manera, ha puntualizado que con los cambios introducidos, las universidades, “seguirán siendo pilares para preservar el pluralismo ideológico”. Los más críticos, no obstante, consideran que la reforma emprendida “no resuelve nada, lo complica y tampoco acaba con la precariedad”.