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La variante Centaurus se expande: estos son sus síntomas

Los primeros estudios señalan que la BA.2.75 es cinco veces más contagiosa que Ómicron y tiene una serie de mutaciones en la espícula, elemento clave en la infección.

A man wearing face mask reacts on a street amid a heatwave warning, following the coronavirus disease (COVID-19) outbreak in Shanghai, China July 13, 2022. REUTERS/Aly Song
ALY SONGREUTERS

Un nuevo sublinaje de Ómicron comienza a extenderse. La llamada Centaururs, también conocida como el sublinaje BA.2.75, se detectó por primera vez en India y, según apuntan algunos organismos de salud internacionales, todavía no se conoce mucho sobre ella.

Por ejemplo, el Instituto Nacional de Salud Pública de Países Bajos explica en su web que la BA.2.75 “parece tener mutaciones específicas menores que le permiten evadir más fácilmente la inmunidad acumulada” por las vacunas y los anticuerpos que produce el organismo una vez pasa la enfermedad.

El sublinaje de Ómicron, además de en la India, ya se ha detectado en Australia, Canadá, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda, Reino Unido, Israel y Estados Unidos, entre otros países. España, de momento, no ha registrado ningún caso.

Los primeros análisis indican que la BA.2.75 es hasta cinco veces más transmisible. Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS, ha explicado que los primeros resultados de Centauros señalan que BA.2.75 tiene un abanico de mutaciones en la espícula, elemento que utiliza el virus para infectar las células del cuerpo humano.

Síntomas más frecuentes

“Se trata de una subvariante que es muy diferente a las anteriores y que tiene propiedades suficientes para que la veamos con inquietud”. “Tenemos que esperar y ver, por supuesto, lo estamos monitoreando y el comité de la OMS, el TAG VE (Grupo Técnico Asesor en Evolución de los Virus) está constantemente analizando los datos de todo el mundo”, señala Swaminathan.

Los síntomas que produce Centaurus no son muy diferentes a los que ya hemos visto en anteriores variantes: dolor de cabeza, cansancio, congestión nasal, fatiga, fiebre, dolor de garganta, dolor muscular, y tos. También puede producir pérdida del olfato y del gusto, diarrea, náuseas o vómitos, pero todos estos en menor medida.

Por tanto, solo queda esperar a que los estudios indiquen el grado de peligrosidad de este sublinaje. La OMS decidirá incluirla o no en su lista de variantes preocupantes, de las que ya solo se encuentran en circulación Ómicron y Delta.