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La razón por la que no debes tapar los radiadores de la calefacción en casa

Con ello, pierde su eficiencia y reduce su rendimiento calórico, ya que los radiadores tradicionales calientan principalmente por convección. De este modo, el consumo será mayor y también la factura.

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Radiador

Con la llegada del frío y el desplome de los termómetros, es necesario conocer a la perfección una serie de trucos para calentar la casa sin que repercuta directamente a la factura de la luz. Por ello, cambiando de hábitos y tomando una serie de precauciones, conseguiremos ahorrar en el precio final de nuestro servicio, sin tener que renunciar al calor de nuestros hogares.

Y es que poner un mueble delante de un radiador para taparlo no es una buena idea si lo que buscas es sacar el máximo partido a tu calefacción. El consumo será mayor y también la factura. Con ello, pierde su eficiencia y reduce su rendimiento calórico, ya que los radiadores tradicionales calientan principalmente por convección, esto es, entregan una parte de la energía calorífica del agua que circula por su interior el aire de la estancia, incrementando así su temperatura.

Pérdida de rendimiento

Esto provoca que calienten primero los elementos que tienen más cerca. Si el elemento que está más cerca es un mueble, éste absorbe el calor impidiendo que se distribuya correctamente por toda la habitación. De este modo, el calefactor deberá emplear más tiempo y energía para calentar dicha estancia. Según diversos análisis, cubrir los radiadores hacen que estos pierdan un 10% de rendimiento.

Para facilitar que el calor se distribuya correctamente y minimizar al máximo la pérdida de rendimiento, los expertos recomiendan aprovechar el momento más soleado del día para abrir las ventanas y no más de quince minutos, evitando así que la temperatura de tu hogar sea la misma que hay en la calle.

Recomendaciones

Sacar el aire de los radiadores es necesario también al menos una vez al año, debido a que suelen acumular unas pequeñas burbujas en el aire que impiden el paso del calor y, por tanto, no calientan con toda la potencia necesaria. Es por ello que un buen almacenamiento permitirá que la caldera funciones con el máximo rendimiento y evitará que se produzcan problemas importantes en el futuro.

De hecho, algunas compañías incluyen en el contrato el servicio de mantenimiento de forma gratuita, para evitar sorpresas. Los expertos, además, aseguran que para calentar un hogar es suficiente con encender la caldera a 21 grados. En caso de que vayas a estar en casa un par de horas al día, la mejor opción es programar el encendido una hora antes de regresar.

Por último, para conseguir el objetivo mencionado con anterioridad, puedes instalar paneles reflectantes detrás de los radiadores para que el calor rebote y se dirija más fácilmente al interior de la sala, a pesar de los obstáculos que encuentre. A la hora de colocar un cubrerradiador, es importante dejar una distancia mínima de 5 centímetros entre el mueble y el calefactor con el fin de garantizar la correcta ventilación.