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La ralentización de la corriente atlántica que helará Europa

Una “cinta transportadora” de aguas cálidas del trópico que llega al Atlántico norte está al borde del colapso, lo que hará que el agua y el clima sean más fríos.

La ralentización de la corriente atlántica que helará Europa

La corriente atlántica, una gigantesca “cinta transportadora” de aguas cálidas del tópico que vienen hacia el Atlántico norte está empezando a frenarse. Esto provocará una alteración en las temperaturas, tanto marinas como terrestres, en Europa.

Los científicos llevan años avisando desde hace tiempo sobre este parón. El último estudio publicado acerca de la corriente atlántica no solo ratifica la pérdida de potencia de esta corriente marina, sino que prevé un frenazo en seco en un futuro que podría provocar largas sequias en Europa, además de un invierno helado casi de forma permanente.

La revista Nature asegura que ya hay indicios sobre el comportamiento de esta “cinta transportadora” para determinar que está al borde del colapso.

¿Cómo funciona esta cinta transportadora marina?

La circulación termohalina (CTH) es uno de los componentes más importantes de la circulación oceánica en el mundo, además de determinar el clima mundial al participar en el flujo de calor neto en todo el globo.

La AMOC es la responsable de regular la temperatura en la zona meridional del Atlántico, provocando que, por ejemplo, Madrid sea más cálida que Nueva York a pesar de estar en la misma latitud. Su funcionamiento consiste en mover las aguas cálidas y saladas hacia las capas superiores del Atlántico a la vez que, a través de otro flujo, transporta hacia el sur las aguas más frías y profundas.

El motor que impulsa este funcionamiento en las aguas del Atlántico ha ido perdiendo fuelle en los últimos diez años. La principal hipótesis: el cambio climático. No es una teoría que se sepa con exactitud. Sin embargo, todo apunta a que el deshielo de Groenlandia podría ser el principal motivo de esta desaceleración.

Esto, junto a la densidad que adquieren las aguas superficiales por la profundización del cambio climático, ha provocado que el sistema esté a un paso del colapso. A pesar de lo que apuntan los datos, no se sabe con certeza cuándo podría llegar a producirse dicho colapso, aunque todo apunta a que ocurra antes de final de siglo, produciendo una variación del clima catastrófica en Europa, y en todo el mundo.

Nueve puntos de inflexión climáticos

El Panel Intergubernamental del Cambio Climática (IPCC) ha elaborado una lista en la que se incluyen los nueve puntos de inflexión climáticos que están en riesgo de desaparición.

Estos elementos son el hielo marino del Ártico, la capa de hielo de Groenlandia, los bosques boreales, el permafrost, el sistema de corrientes del océano Atlántico, la selva del Amazonas, los corales de aguas cálidas, las capas de hielo del océano antártico occidental y la Antártida oriental.

Todos estos puntos de inflexión están interconectados, por lo que el colapso en uno de ellos puede tener repercusiones en los demás.