La OCU publica qué alimentos tienen arsénico y qué peligro esconden
La normativa europea no contempla deshacerse de ciertos productos que superan el límite permitido de este elemento hasta que no caduquen.
El arsénico es un elemento químico considerado extremadamente tóxico que, además de pertenecer al grupo de los metaloides, es ubicuo: está presente siempre en el proceso de producción. Es decir, no se puede eliminar. Como la ingesta sólo 70 miligramos de arsénico es mortal para el organismo, toda precaución es poca en el ámbito alimenticio. Sin embargo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se apunta directamente a un conocido snack por tener una mayor concentración del elemento.
Se trata de las tortitas de arroz. Normalmente, el arsénico se infiltra en el agua de uso común. Esto hace que los alimentos que más humedad requieran -los más expuestos al agua- sean aquellos en los que hay que prestar más atención; y por ello, el arroz tiene esta cantidad de arsénico. También hay que añadir los pescados, mariscos, la leche y las algas.
Algunos productos superan la cantidad máxima permitida
La presencia del arsénico en este tipo de alimentos no es ninguna noticia, lo que se evidencia en los límites europeos de este elemento en productos como el arroz. Por encima de la cifra que la Unión Europea marca -0′25 miligramos como máximo por kilo de arroz en el caso más alto- es ilegal la comercialización. No obstante, la nueva norma, que entró en vigor el pasado mes de marzo, permite un riesgo que la OCU ahora denuncia. “Los productos que estuvieran comercializados antes de esa fecha podrán permanecer en el mercado hasta su fecha de consumo preferente o su fecha de caducidad”, señalan en un informe al respecto.
Es decir, se pueden encontrar en el supermercado alimentos que superan los límites de arsénico. Esta situación, según indica la propia OCU, “podría dar lugar a una ingesta excesiva de arsénico si se consumen esos productos en demasía o si no se sigue una dieta variada”. Una vez pasen los meses y estos productos se retiren, el riesgo se irá desvaneciendo.
¿Cuál es el riesgo de su consumo excesivo?
La exposición duradera al arsénico inorgánico de los alimentos contaminados puede provocar lesiones cutáneas. Además, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo considera como un posible cancerígeno, pudiendo provocar esta enfermedad en la piel, vejiga y pulmón.
De hecho, tal y como detalla la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el arsénico aparece “como consecuencia de procesos naturales como volcanes, incendios forestales o erosión de rocas y minerales”, lo que convierte al elemento en, además, un contaminante ambiental.