La NASA desvela el traje de la próxima misión espacial a la Luna
Por primera vez en cuatro décadas se desarrolla un traje espacial de esta magnitud. Cuenta con importantes avances y permitirá una mayor movilidad.
Diciembre de 1972. Esa es la fecha de la última vez que el hombre pisó la superficie de la Luna. Desde entonces son muchas las cosas que han pasado en el mundo, entre ellas una guerra y una pandemia en los años más recientes. Y el año 2025 será la próxima vez que el ser humano regrese a pisar la superficie lunar. De momento, no se conoce quienes lo harán, solo se sabe que viajarán, por primera vez, una mujer y un hombre de color.
La fecha, si no se producen retrasos, será dentro de dos años. Será entonces cuando la misión Artemis III se lleve a cabo para alunizar sobre una zona inexplorada de nuestro satélite: el Polo Sur lunar. Allí, en esta zona de que ahora poco se conoce, los bordes de los cráteres y las montañas proyectarán sombras que ocultarán parte de la orografía de la Luna. Temperaturas de hasta 200 grados bajo cero en estas zonas de sombra, por los 50 grados en lugares de más luz.
Unas condiciones extremas que bien requerían de un nuevo traje espacial para esta misión de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (conocida como NASA). En la presentación del traje, junto a los responsables de la agencia norteamericana, participaron portavoces de Axiom Space, empresa que ha desarrollado un diseño que ronda los 228 millones de dólares.
Así son los trajes
El traje presentado en el día de hoy es una versión inicial, un prototipo marcado por el color negro y algunos detalles naranjas, aunque se espera que la versión definitiva lleve tonos blancos. Según han explicado desde la NASA, no se desarrollaba un traje de tales características desde hacía unos 40 años. Es, por tanto, una creación adecuada a la tarea a realizar. La prioridad de la NASA y de Axiom Space es que el traje AxEMU (Axiom Extravehicular Mobility Unit) sea “seguro”. Tal y como explican, este diseño cuenta con una movilidad y flexibilidad que permitirá “explorar más la superficie lunar”.
Bill Nelson, director de la NASA, ha destacado que esta asociación con Axion es “fundamental para llevar a los astronautas a la Luna y continuar con el liderazgo de EEUU en el espacio. Abrirán oportunidades para que más personas exploren y realicen actividades científicas en la Luna como nunca antes”. El traje incorporará los adelantos tecnológicos desarrollados en el medio siglo que ha pasado tras la última misión lunar. Además, la compañía lo seguirá probando en entornos hostiles e incorporará nuevas mejoras tecnológicas.
La forma de entrar en estos modernos trajes espaciales es a través de una escotilla trasera. En él se incluye todo tipo de sistemas para mantener la seguridad de los astronautas frente a las extremas temperaturas, la radiación y el regolito lunar. Gracias a unas potentes luces podrán ver todo lo que ocurra a su alrededor, pese al contraluz del terreno. Y gracias a los materiales y la tecnología puntera ya no veremos las imágenes que tenemos de los astronautas moviéndose a saltos sobre la luna, sino que serán movimientos más ligeros y naturales. Junto con ello, cámaras de alta definición para que la humanidad al completo pueda disfrutar de la exploración lunar.
Competencia por la exploración
La importancia del Polo Sur de la Luna es tal que son varias las potencias mundiales que pugnan por ser los primeros en explorarla. Especialmente, Estados Unidos y China. ¿Por qué? En dicha zona inexplorada por el hombre es posible que haya grandes cantidades de agua helada en los rincones en los que nunca llega el sol. Un agua que será fundamental para mantener a futuras colonias y ensayar de cara al gran objetivo próximo: llevar astronautas a Marte.
“Este es el traje que nos llevará allí”, afirmaba el vicepresidente de la NASA, Bob Cabana, sobre la superficie lunar y el planeta rojo. “Vamos a llevar a la civilización a la Luna y más allá”, añadía, por su parte, el consejero delegado de Axiom, Mike Suffredini. El desarrollo de este traje, explica, se basa en los estudios previos realizados por la NASA en la última década.
El pasado verano la agencia espacial anunció trece posibles ubicaciones para el alunizaje en el satélite. De ellos saldrá el definitivo en que la misión Artemis III se posará sobre la Luna. Cada una de ellas mide unos 15 kilómetros y en ellas el sitio para el alunizaje se ubica con una precisión de 100 metros. Estarán cerca de cráteres en los que puede haber grandes cantidades de hielo. China también baraja enviar a una de estas zonas una misión robótica.