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La inteligencia británica revela un elemento “prioritario” que ha perdido Rusia

Ante la inminente contraofensiva ucraniana, Rusia suma otro problema a su arsenal al perder muchos de los radares que permiten localizar al enemigo.

A Ukrainian serviceman looks on as he sits on an anti-air gun near Bakhmut, on March 24, 2023. (Photo by Aris Messinis / AFP) (Photo by ARIS MESSINIS/AFP via Getty Images)
ARIS MESSINISGetty

Desde que comenzara la invasión en febrero del año pasado, la guerra se ha desarrollado en diferentes puntos dentro y fuera del país. En el frente de batalla, el peso militar y táctico sigue constituyendo uno de los factores fundamentales; especialmente en el presente año, tras la fallida ofensiva rusa y la esperada contraofensiva ucraniana. En esa línea, y para preparar la liberación de más territorios, desde Kiev saben que hay pequeñas victorias que pueden convertirse en puntos de inflexión en función del objetivo abatido.

Así lo apunta el ministerio de Defensa de Reino Unido, que ahora destapa un elemento que las tropas rusas están muy cerca de perder y cuya desaparición se debe a unos ataques bien medidos por parte de Kiev. Son los radares de contrabatería, y su papel en la guerra es, quizá, la clave del arsenal de ambos bandos.

¿Por qué es importante este sistema?

Un radar de contrabatería es un sistema que detecta proyectiles de artillería disparados por uno o más cañones, obuses, morteros o lanzacohetes. Además, después de realizar la detección, analiza la trayectoria y es capaz de localizar la posición en tierra del arma que lo lanzó. Rápidamente, en cuestión de segundos, se anula una ofensiva y se prepara otra contra el enemigo que la diseñó.

La aproximación en el tiempo de la contraofensiva ucraniana ha aumentado los ataques que buscan este objetivo terrestre con el fin de allanar el terreno para los futuros combates. Cada bando no dispone de muchos radares de contrabatería, por lo que la destrucción de uno es motivo de celebración: disponer únicamente de una unidad es un potente multiplicador de fuerza militar.

Máxima preocupación entre los comandantes rusos

El 23 de marzo de 2023 saltaron todas las alarmas en el Kremlin. Ese mismo día, tal y como detalla el informe de la inteligencia británica, “las Fuerzas de Operaciones Especiales de Ucrania publicaron imágenes de un radar de contrabatería ruso ZOOPARK-1M siendo destruido en el área de Donetsk”. Región que, en unos meses, concentrará los combates por la liberación del territorio.

Radar de contrabatería de tipo COBRA
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Radar de contrabatería de tipo COBRA

Desde Moscú son conscientes de que este no es un ataque aislado. En primer lugar, porque conocen la importancia del material y la voluntad ucraniana de destruirlo; y en segundo, porque la estrategia de Kiev no es muy diferente a la que plantea Rusia -sin mucho acierto-. “Los esfuerzos de ambos lados para neutralizar los radares de contrabatería de su oponente han sido un elemento constante del conflicto”, expresa la actualización de Defensa.

El futuro de la guerra pasa por estos radares

Pese a la gran ventaja localizadora del dispositivo, la firma electromagnética activa de su sistema lo hace vulnerable por la misma razón: se vuelve detectable, y ahí el enemigo encuentra el hueco perfecto para destruirlo. “Rusia ha perdido al menos seis ZOOPARK-1M y probablemente solo le quede un número muy limitado en Ucrania”, revela la inteligencia británica.

El mismo documento alude a la importancia de que ambos bandos apuesten por la regeneración de estos sistemas. No obstante, y según Defensa, el horizonte se plantea diferente para rusos y ucranianos: “Es probable que Rusia tenga dificultades porque los sistemas dependen del suministro de productos electrónicos de alta tecnología que se han visto interrumpidos por las sanciones”. A los graves problemas que acumulaba el ejército ruso, ahora se suma la cuestión de los radares de contrabatería como una de las preocupaciones que deben marcar la hoja de ruta de las altas cúpulas militares.