La inteligencia británica revela un cambio decisivo en el ejército ruso

Los altos mandos de las fuerzas rusas vuelven a sufrir cambios, que se antojan decisivos. Esta vez, en el Grupo de Fuerzas Occidentales de Rusia (WGF) en Ucrania. El coronel Sergei Kuzovlev fue destituido después de haber estado solo tres meses al mando de este grupo.

Según el Ministerio de Defensa de Reino Unido, este sería el cuarto cambio de comandante dentro de la formación. El nombre que suena para sustituir a Kuzovlev es el del teniente general Yevgeniy Nikiforov, quien al principio de la invasión fuera nombrado jefe de Estado Mayor del Grupo de las Fuerzas Orientales de Rusia (EGF).

Nikiforov estuvo implicado en la planificación del intento de esta formación y de las fuerzas aerotransportadoras de avanzar en Kiev desde el norte a través de Chernobyl.

Estos cambios de altos oficiales, según la inteligencia británica, pueden crear divisiones internas sobre la futura conducción de la guerra.

Defender la región de Lugansk

La posible decisión de sustituir al comandante del WGF va destinada a mantener el control en el flanco derecho de Rusia, concretamente en la región de Lugansk y en las ciudades de Kremina y Svatove, rodeadas por los ucranianos y entrada directa a Lugansk, controlada en gran medida por los rusos.

La misión de Nikiforov es intentar crear una ofensiva plausible en este sector, además de evitar el avance de las tropas ucranianas que, silenciosamente, cada vez se acercan más a su objetivo de recuperar la región de Lugansk.

Además, hay varios informes en los que se afirma que Nikiforov tiene una estrecha relación con el Grupo Wagner, una organización paramilitar rusa.