La fecha límite de Meritxell Batet para convocar la moción de censura
Después de superar una serie de trámites constitucionales, la autoridad para agendar el mecanismo recae directamente en la presidenta de la Cámara Baja.
La moción de censura que ha presentado Vox y que tiene al economista y antiguo dirigente del PCE, Ramón Tamames, como candidato debe esperar todavía varios días hasta poder votarse. Este mecanismo movido por la formación verde contra el Gobierno de Sánchez no llegará al Congreso antes de la semana del 13 de marzo.
Así lo dictamina el propio reglamento de la Cámara Baja. A partir de ese día, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, puede poner fecha al inicio de la discusión. Sin embargo, y antes de la jornada del 13, el proceso debe transcurrir por unas sendas obligatorias cuyo final, en cualquier caso, queda en manos de Batet.
¿Por qué el día 13 de marzo?
El 27 de febrero se registró la moción. El siguiente escalón pasa por la Mesa, que es el órgano de gobierno del Congreso, y que debe calificar el escrito de Vox. Este trámite tendrá lugar el 7 de marzo, y será meramente formal ya que el grupo liderado por Santiago Abascal supera holgadamente el mínimo de 35 diputados necesarios en esta criba para presentar la moción. Una vez queda admitida, el plazo constitucional fija en cinco días el plazo en el que otros grupos parlamentarios pueden presentar otros candidatos.
Concluidos estos cinco días, y llegados al 13 de marzo, le toca el turno a Meritxell Batet. La presidenta de la Cámara Baja no tiene limitación alguna para agendar el debate y votación de la misma. Batet debe mantener conversaciones con el presidente del Gobierno para consensuar una fecha y podría retrasar la moción de censura hasta pasado el mes de mayo, mes en el que se producirán las elecciones autonómicas y municipales.
El proceso de la moción en sí mismo puede alargarse incluso dos o tres días. El resto de formaciones parlamentarias tienen media hora de tiempo para replicar, y el Ejecutivo puede intervenir siempre que lo considere necesario. Para que prospere, hace falta una mayoría absoluta de votos -176 diputados en el Congreso- que se plantea como un escenario imposible para Vox, ya que Tamames tan solo contaría con los 52 apoyos de la formación verde.