La diferencia de la eficacia de vacunas chinas respecto al resto
Aunque la OMS ha aprobado el uso de las vacunas chinas en caso de emergencia, su eficacia frente a la variante Ómicron es “casi nula”.
En los últimos días, China ha experimentado una ola muy fuerte de contagios por coronavirus. Esta llega después de que el país asiático haya levantado su duro régimen de ‘cero COVID’, a pesar de la lenta campaña de vacunación que ha tenido, unida al uso de una inmunidad menos eficiente de la que se está usando en los países de Occidente.
Las dos únicas vacunas que el gigante asiático ha aprobado en su territorio son las de las compañías chinas Sinovac y Sinopharm. Aunque si bien es cierto que ambas contribuyen a prevenir la hospitalización y la muerte por coronavirus, su capacidad ante Ómicron no es suficiente, según algunos estudios. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado el uso de ambas en casos de emergencia.
¿Cuál es la eficacia de cada una de las vacunas?
Moderna
La vacuna de Moderna es tipo ARNm. Es decir, que posee la información genética que el cuerpo precisa para elaborar las proteínas que el cuerpo necesita.
De acuerdo a los datos de la Clínica Mayo, ha resultado tener un 94% de eficacia en la prevención de la infección sintomática por el virus. Aunque, en el caso de las personas con enfermedades como la obesidad o la diabetes, esta eficacia desciende al 90%.
Pfizer-BioNTech
Es una vacuna también de tipo ARNm. En su caso, la eficacia varía en función de las edades.
Para las personas de 16 o más años, ha presentado un 91% de eficacia —un 89% en el caso de las personas con enfermedades como la diabetes— a la hora de prevenir cuadros graves de la enfermedad.
En el tramo de 12 a 15 años, la efectividad es del 100% a la hora de prevenir la infección y del 91% en niños de 5 a 11 años.
Vacuna de Novavax
A diferencia de las otras dos, es una vacuna de subunidades proteicas. Es decir, que tiene proteínas del virus que provoca la COVID-19.
Su eficacia ha resultado ser del 90% a la hora de prevenir casos leves, moderados y graves de la enfermedad en personas mayores de 18 años. Y, en el caso de las personas de 65 o más años de edad, esta eficacia desciende al 79%.
Johnson & Johnson
Es una vacuna de vector. Este tipo de inmunidades utilizan una versión modificada e inofensiva de un virus a modo de vehículo, o de vector, para hacer llegar al organismo información genética del virus frente al que quieren proteger, en este caso, el SARS-CoV-2.
Su eficacia es del 66% en casos de infección sintomática y del 85% a la hora de prevenir cuadros graves de la enfermedad.
CoronaVac
CoronaVac es la vacuna de la compañía china Sinopharm. De acuerdo a la OMS, su eficacia frente a la infección sintomática del virus es del 49,6% frente a la variante P.1 —también conocida como la variante brasileña— de la COVID-19.
Sin embargo, frente a Ómicron su efectividad se rebaja. Así lo han constatado investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y Fiocruz, cuyo estudio concluye que la protección que ofrece esta vacuna contra la enfermedad sintomática por Ómicron es “casi nula” y entre un 40 y un 50% de protección contra la enfermedad grave, según recoge Europa Press.