La condición de Rusia para reactivar el gasoducto con Alemania
Según el ministro ruso de Energía, Nikolái Shulginov, la actividad se reemprenderá “tan pronto como se resuelva el problema de acuerdo con la obligación contractual de reparar la turbina”.
El ministro ruso de Energía, Nikolái Shulginov, ha señalado que el flujo en el gasoducto Nord Stream se reanudará “tan pronto como se resuelva el problema de acuerdo con la obligación contractual de reparar la turbina”.
El consorcio gasístico ruso Gazprom indicó el viernes que había detectado una fuga de aceite en la única turbina que seguía funcionando en la estación de compresión de Portovaya para el gasoducto Nord Stream 1 y que cortaría el suministro hasta que la avería fuera reparada.
Rusia argumenta que debe ser Siemens Energy la responsable de reparar la turbina, ya que únicamente puede ser arreglada en un taller especializado, como es el caso del de Canadá de la empresa germana.
En ese lugar ya se reparó otra turbina que falló. Sin embargo, a pesar de que se autorizó su devolución a través de Alemania como una excepción a las sanciones occidentales impuestas a Rusia, hasta el momento no ha regresado a Portovaya porque Moscú exige un certificado de que el aparato no está afectado por las restricciones.
En cualquier caso, Siemens ha indicado que la fuga de aceite no es un motivo que justifique la paralización total del gasoducto y ha destacado que “hay otras turbinas disponibles” para su uso en la estación de compresión afectada.
“Nuestra evaluación es que el hallazgo que se nos ha comunicado no representa una razón técnica para detener la actividad del gasoducto. Este tipo de fugas no suelen afectar al funcionamiento de una turbina y pueden sellarse in situ”, ha expresado la firma alemana en un comunicado.
Gazprom alerta de un riesgo de explosión
Por el contrario, Gazprom insistió la víspera en que existe un serio riesgo de explosión o incendio en la estación compresora de Portovaya si se reactiva el suministro de gas a través del Nord Stream.
La empresa rusa advirtió de que “la explotación de esa unidad compresora sin subsanar los fallos detectados crea un riesgo de incendio o explosión, lo que repercute en la seguridad industrial de toda la estación”.
El Kremlin y la compañía gasista han resaltado que son las sanciones las que generan los problemas en la estación compresora, ya que no hay repuestos si falla una turbina y las reparadas no pueden regresar a Rusia por las restricciones occidentales.