Kakebo, el método japonés para ahorrar a final de mes: ¿en qué consiste?
La fórmula divide el desembolso mensual en gastos fijos, variables, de supervivencia, ocio, cultural y gastos imprevistos para poder decidir de dónde recortar nuestros pagos.
La vida se encarece. Es un hecho. El Índice de Precios al Consumo (IPC), el indicador que mide el coste de la vida, este mes de noviembre ha crecido un 6,8%. Y, aunque es un dato 3,4 puntos menor que el de la media europea, la inflación se mantiene en niveles muy altos.
Debido al incremento del coste de la vida, las familias intentan recortar gastos como sea e incrementar el ahorro mensual. El carburante es más caro, los alimentos son más caros, la energía es más cara… Cualquier fórmula vale para reducir el desembolso mensual, y el método Kakebo puede provocar grandes resultados.
El método japonés Kakebo clasifica los gastos mensuales de la casa y realiza una previsión total. En un papel se dibujan varias columnas. En la primera, se apuntan los ingresos mensuales, como el sueldo. En la segunda, se anotan los gastos fijos que se producen cada mes, es decir, el alquiler las facturas de luz, internet, gas, agua, etc.
Previsión mensual final
La siguiente columna abarca todos los gastos relacionados con la cultura y ocio, como ir a tomar algo con amigos, las entradas para ver una función de teatro o salir a cenar fuera, entre otros. Pero también debe haber otra columna en la que apuntemos los gastos adicionales como la ropa o cualquier imprevisto que se presente durante el mes y conlleve un desembolso extra.
En definitiva, las columnas del método Kakebo comprenden los gastos fijos, variables, supervivencia, ocio, cultural y gastos imprevistos. Una vez hayamos finalizado la clasificación, la tabla nos mostrará una previsión mensual y ordenada en la que podremos decidir de dónde recortar el gasto e incluso nos hará preguntarnos si necesitamos todo lo que compramos.
La palabra Kakebo significa “libro de cuentas”, y el método que lleva su nombre fue creado en 1904 por Hani Motoko. La fórmula fue pensada en un primer momento para que las mujeres tuviesen más independencia económica y pudieran controlar mejor el gasto de las casas. Al final, con una planificación adecuada, es posible ahorrar algunos euros durante el mes en estos tiempos de crisis.