Juan Roig explica por qué Mercadona ha subido “una burrada” los precios
El empresario asegura que todo se debe a la inflación generalizada y sus graves efectos sobre la cadena de producción
Es más que evidente que Mercadona, un supermercado que era considerado por muchos como el más asequible para llenar el carrito, ya no es tan barato como antes. La inflación se está notando especialmente en el sector de la alimentación, y céntimo a céntimo se hace cada vez más difícil hacer frente a los costes astronómicos de los productos básicos. No obstante, existe divergencia de opiniones sobre cómo revertir la situación.
El flanco izquierdo del gobierno, con Podemos a la cabeza, se ha mostrado abiertamente partidario de imponer topes a los precios, tanto para los supermercados como para los intermediarios. Sin embargo, la oposición, contraria a formas de intervencionismo tan agresivas, pide rebajar los impuestos indirectos para reducir el precio final del producto. Se decida lo que se decida, la única realidad es que el encarecimiento de los bienes de primera necesidad es cada vez más rampante e insostenible.
Por eso, indigna a muchos que, en tiempos de dificultad y forzada austeridad, Mercadona haya reportado un beneficio neto récord de 718 millones de euros, algo que podría ser percibido por los ciudadanos como lucro a costa del sufrimiento de los consumidores. Preocupado por la imagen de su empresa, el propietario de la cadena, Juan Roig, se ha defendido de las acusaciones y ha ofrecido una explicación que, sin embargo, no termina de convencer a todo el mundo.
Un brindis al sol
Roig ha admitido que los precios han subido “una burrada”. No obstante, se ha excusado diciendo que esto se debe al hondo efecto de la inflación generalizada, y que, de no haber aumentado los precios, “el desastre en la cadena de producción habría sido impresionante”. Además, ha asegurado que Mercadona está haciendo todo lo posible por ser un “dique de contención” para que la gente note esta carestía lo menos posible.
Hace meses que miles de usuarios en las redes sociales se quejan de la rápida escalada en los precios de la cadena. La gente constataba con indignación que, de un día para otro, los productos que consumían con regularidad se habían vuelto prohibitivos. Si a esto se le suma la gruesa factura del combustible, la luz o el gas, se hace evidente que vivir se está convirtiendo en una cosa difícil. Y parte de la sociedad responsabiliza a las empresas de la situación.
A pesar de todo, Juan Roig también se ha pronunciado contra la regulación de los precios, que es la opción por la que se han acabado decantando países como Francia. Según el magnate, esto sería “un brindis al sol” al ser una forma de “bajar los precios artificialmente”. La inflación traída por unos convulsos tiempos en la escena internacional ha resultado ser un intrincado rompecabezas de difícil solución. Aunque casi todo el mundo tiene una opinión sobre lo que se debería hacer, lo cierto es que los efectos perniciosos no cesan, y muchas familias no podrán aguantar mucho más.