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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

“He vivido la guerra de manera más dura estando lejos que cuando estaba en Ucrania”

La periodista Sol Macaluso atiende a AS cuando se cumple el primer aniversario del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Fue una referencia informativa en España durante los primeros meses del conflicto.

“He vivido la guerra de manera más dura estando lejos que cuando estaba en Ucrania”

Este pasado viernes se cumplía un año del inicio de la guerra en Ucrania. Ese día y durante los 69 días siguientes, Sol Macaluso (Argentina, 27 años) estuvo contando a todos los españoles lo que ocurría en el conflicto. Se convirtió en una de las referencias informativas por sus intervenciones en Telecinco y ahora atiende a AS para contar cómo vivió esos más de dos meses en medio de una guerra y cómo ha pasado estos 365 dias de barbarie.

“Te cambia la perspectiva el haber estado allí en primera persona y haberlo visto con tus propios ojos. Lo he vivido de manera más dura estando lejos que estando en Ucrania, ya que cuando te implicas con la causa y lo ves después desde fuera, te hace sentir más impotente de no poder hacer más. Lo que hacía por Ucrania, aunque sé que fue mucho, me parecía poco porque es tanta la barbarie y la injusticia de sanar tanto dolor”, comenta la periodista argentina.

Llegó a Ucrania para tres días y estuvo más de dos meses

Sol llegó a Ucrania en enero, algo más de un mes antes de que estallara el conflicto. Lo hizo a través de una productora española que buscaba un perfil bilingüe para cubrir las negociaciones que existían entre Rusia y Ucrania. “Al principio solo iba a ir para tres días y al final fueron 70″, apunta mientras recuerda que nadie esperaba que fuese a estallar una guerra, ni siquiera un día antes de los primeros ataques: “Por aquel entonces no se pensaba que fuese a estallar, de hecho estuve unos 20 días viviendo con compañeros ucranianos y la noche anterior a los primeros bombardeos estábamos viendo un partido de Champions en un barco, nadie pensaba lo que pasaría horas después”.

Para esta joven reportera suponía una novedad cubrir un conflicto de estas dimensiones y el miedo, que existía, lo utilizó “como motor para entender lo que es nuestro trabajo y ponerle voz a aquellas historias que deben ser contadas”. Más allá de temer que le pasase algo a ella, pensaba mucho en sus familiares: “A mí el miedo me sirvió como aliado, no temía solamente por mi integridad sino por el daño que estaba haciendo a mis seres queridos por elegir estar informando en un terreno hostil”.

El momento que, posiblemente, más se recuerda de Sol en territorio ucraniano fue cuando se emocionó en directo por la dura petición que le había hecho su productor. “Me pide que me hiciera cargo de su hija. Se me pregunta en directo y me emociono porque detrás de cámara estaba Stephan despidiéndose de su mujer y su hijo. Lo viví mucho más porque las historias le pasaban a gente local que estaba conmigo. Cuando se apagaban las cámaras, la realidad era aún peor porque había compañeros que perdían familiares, otros se tenían que ir… Yo quería también personalizar la guerra y ponerle cara y nombre”, cuenta con emoción todavía la periodista.

“Cuando se apagaban las cámaras, la realidad era aún peor porque había compañeros que perdían familiares, otros se tenían que ir…”

Sol Macaluso, periodista

Eso sí, después de un año sigue con ganas de ir a Ucrania. De hecho, apunta que le hubiese gustado pasar el aniversario allí y volver a ver a personas con las que sigue teniendo contacto: “He querido volver a Ucrania durante este año, pero estaba contratada como freelance. Yo estuve en un momento que estábamos pocos y ahora, afortunadamente, hay muchos periodistas contando lo que está pasando. Y ya no hay hueco para mí. Me hubiese encantado pasar el aniversario allí, con la gente que conocí, con los entrevistados que me siguen escribiendo… Esos vínculos que he ganado es lo mejor que he podido hacer en mi trabajo”.

Estos 365 días le han dado para mucho, tanto en lo personal como en lo profesional. Sol sigue “sorprendiéndose” de que después de un año haya gente que la reconoce por la calle: “Algunas personas se emocionan al verme por el trabajo que hice, es un regalo y una fortuna que voy a tener de por vida”. Por su parte, en lo personal también ha aprendido mucho y reconoce que “se ve todo con distintos ojos porque te das cuenta que los problemas del día a día no tienen ningún sentido, muchas veces nos quejamos porque es gratis. Problemas no tenemos hasta que no te cae una bomba al lado o se te muere un ser querido. No eres capaz de dimensionar lo afortunados que somos de vivir en este caos que es la vida, con sus pros y sus problemas”.

Aficionada del Atlético y Boca Juniors

Por último, sueña con seguir trabajando en la televisión y tener su propio programa de entrevista, que es lo que le ha hecho conectar con la audiencia. Eso sí, sin dejar tampoco de lado su lado más futbolero: vibró con el Mundial ganado por “su” Argentina y se declara seguidora del Atlético y Boca Juniors. “Soy del Atlético porque cuando vinimos la primera vez a España jugaba en el Atlético el Kun Agüero y mi papá es de Independiente. Entonces como el Kun salió de Independiente, mi papá me dijo: somos del Atlético. Y no me arrepiento, el Atlético es una moraleja de la vida”, concluye una de las periodistas que más transmitió el dolor de la guerra entre Rusia y Ucrania durante los primeros meses de un conflicto que ya, desgraciadamente, ha alcanzado su primer aniversario.