Giro brusco de Putin
Rusia actualiza por decreto sus objetivos en política exterior, en la que sitúa a EEUU y Occidente como “una amenza existencial” reservándose el derecho a responder a cualquier amenaza.
El Kremlin ha hecho público su “nuevo” comportamiento en materia de política exterior, actualizando el documento que constituía su eje en política exterior mediante un decreto, datado en 2016 su última vigencia. Boris Yeltsin, presidente de Rusia en el siglo pasado, lo implementó en 1993. Esta vez, en 2023, Rusia se erige como “bastión del mundo ruso y una civilización peculiar que mantiene un equilibrio global” y mantendrá los ejes de su política exterior de acuerdo a este documento.
EEUU y Occidente, señalados por Rusia
Lo más reseñable de la renovación en materia de política exterior, reside en señalar a EEUU y Occidente como amenazas a Rusia debido al “fomento” de una política exterior “antirrusa”. Rusia declara hasta a 20 países “inamistosos”.
“EEUU y en general, la política de Occidente han sido identificados como principales instigadores y líderes de la línea antirrusa dirigida a debilitar totalmente a Rusia”, señaló Serguéi Lavrov en la actualización de sus nuevas líneas a seguir en politica exterior a medio y largo plazo.
Además, el documento se centra en apuntar a la influencia que ejerce EEUU al resto de países, haciendo quere Rusia se desmarque de ella y elimine todo rastro de la misma en sus relaciones internacionales:
“Una forma de injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos ha sido la imposición de actitudes ideológicas neoliberales destructivas que contradicen los valores espirituales y morales tradicionales. Como resultado, su impacto destructivo se extiende a todas las esferas de las relaciones internacionales. Se está intentando parar el curso natural de la historia; eliminar a los competidores en las esferas político-militares y económicas y suprimir la disidencia”, relata el documento acerca de la influencia ideológica de EEUU.
Misión histórica de Rusia
Acorde a lo expuesto anteriormente, el Kremlin establece un nuevo objetivo en su política exterior, correspondiente a la misión histórica que alberga el contenido del documento: “La eliminación de los vestigios del dominio de EEUU y otros Estados hostiles en los asuntos mundiales”.
Rusia se reserva el derecho de respuesta en caso de sentirse amenazada
Otro aspecto importante del nuevo eje de la política exterior rusa es reservarse el derecho a defenderse cuando la integridad territorial, la soberanía rusa u otros aspectos expuestos por el Kremlin se vean amenazados, avisando de una posible escalada mundial de dichos conflictos, tratándose incluso de potencias nucleares.
Aliados de Rusia
Po último, al igual que señala a sus actuales “enemigos”, nombra a aquellos países “amistosos” con las doctrinas que implementa el Kremlin: “La renovada política exterior rusa fija el curso hacia el incremento del potencial de asociación estratégica con nuestros grandes vecinos, China, la India, los países musulmanes y también los países de Asia y el Pacífico, África, América Latina y el Caribe”.