Funeral de la Reina Isabel II: ¿qué es una capilla ardiente, origen y por qué se le llama así?
Hasta que se celebren las exequias, los británicos pueden acudir a la capilla ardiente de la monarca ubicada en Westminster.
Tras la muerte de la reina Isabel II, la realeza británica inició un proceso de luto para honrar a la monarca. Homenajes, rutas ceremoniales, la proclamación del nuevo rey, Carlos III… El protocolo real no se ha detenido desde el pasado jueves, que alcanzará su cumbre el próximo lunes 19 de septiembre cuando se celebre el funeral de Isabel II al que se espera que acudan mandatarios de todo el mundo.
Ahora toca capilla ardiente. Desde la tarde del miércoles 14 y hasta el lunes 19 a las 6.30 horas (hora local) los restos de la monarca permanecerán en un catafalco localizado en el Westminster Hall, del palacio con el mismo nombre y estará abierto al público las 24 horas del día.
El término capilla ardiente, actualmente, denota las horas previas al entierro o incineración del recién fallecido en las que los familiares pueden velarlo. Sin embargo, es un término acuñado hace mucho tiempo. Proviene de las velas, encargadas de iluminar la estancia, que arden (o ardían) durante este proceso.
Indicaciones para acudir a Westminster
Para poder agilizar la visita de los miles de británicos que han acudido a Westminster, el Gobierno ha elaborado una guía. Esta recoge una serie de recomendaciones de cara a la visita de la capilla ardiente. Una de ellas pasa por revisar la retransmisión en directo del Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Reino Unido para que cada persona conozca su ubicación en la cola de alrededor de seis kilómetros que se ha generado.
Además, la BBC está ofreciendo una retransmisión en vivo de lo que está sucediendo en el tradicional Hall, que la última vez que acogió un acontecimiento de estas características fue en 2002, cuando falleció la Reina Madre, Isabel Bowes-Lyon. Aunque, para esta ocasión, hay un añadido: un libro de condolencias virtual, en el que los ciudadanos pueden dejar su mensaje personal.
El sepulcro, decorado con motivos reales, permanece custodiado por miembros de la Guardia Real. Se han organizado en turnos de seis horas de duración y cada uno vigila los restos de la monarca durante 20 minutos.