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Frédéric Mertens: “Si Lula no aporta resultados rápidos, aparecerá otro Bolsonaro”

El experto en Relaciones Internacionales habla para Diario AS y analiza el asalto de las instituciones democráticas en Brasil: “Esto no se ha acabado”.

Frédéric Mertens: “Si Lula no aporta resultados rápidos, aparecerá otro Bolsonaro”
Frédéric Mertens / Fotografía cedida por el entrevistado

Hace una semana que el mundo volvió a temblar cuando miles de bolsonaristas asaltaron la sede del Congreso Nacional en Brasilia. Una moderada condena del expresidente y una crítica rotunda del actual, Lula da Silva, sembró el debate, una vez más, en el interior del país. Como ya ocurrió en 2021 en el asalto al Capitolio de Estados Unidos, los protestantes niegan, negaron, los resultados electorales .

“Esto no ha acabado”, explica a este diario Fréderic Mertens, coordinador y profesor del grado de Relaciones Internaciones de la Universidad Europea de Valencia. Mertens habla de la extrema polarización que sufre Brasil (algunos informes lo sitúan como el país más dividido del mundo), de las diferencias y similitudes con el caso estadounidense, de la respuesta internacional y cómo este suceso puede afectar a las elecciones españolas.

¿Qué diferencia hay entre el asalto de Brasil del pasado domingo y el del Capitolio de Estados Unidos?

Hay muchas similitudes y diferencias. Brasil es un país democratizado recientemente en términos relativos. El último jefe de Estado que fue instalado por la dictadura en Brasil, dejó el poder en el año 85. Cuando Estados Unidos, desde su creación en 1776, es una vieja democracia. Brasil tiene un sistema democrático joven, al igual que España, si la comparamos con la británica o la francesa. La paradoja es que ambos países, tanto Brasil como Estados Unidos, están sufriendo de un secuestro de las instituciones políticas por extremismo o populismo.

En Estados Unidos, una parte del electorado se siente abandonado, por no decir engañado. Pero también en Brasil. Lo que pasa es que en Brasil hay una falta de madurez política en la población en general. La población brasileña en su globalidad no tiene cultura política, y lo digo por observación, porque yo durante años he vivido en Brasil, en el estado de Minas Gerais, donde he colaborado con la administración pública federal.

Los debates políticos, pues se resumen en cosas entre comillas básicas, acusaciones fáciles… Pero con Bolsonaro ha sido tremendo. Y hay algo importante previo al asalto: los resultados electorales presidenciales tuvieron casi un empate técnico. Y detrás de ese empate técnico, y detrás del apoyo a Bolsonaro, tienes votantes que no han votado a favor de Bolsonaro, sino en contra de Lula. Eso marca una diferencia respecto a Estados Unidos. La tercera diferencia es que la sociedad brasileña está más fracturada que la norteamericana, porque se acopla la condición socioeconómica, la condición racial y la condición ideológica, por no decir geográfica. La parte sur de Brasil es blanca, bolsonarista, de clase media-alta; mientras que el norte apoya a Lula, es de color y carioca, con un nivel de pobreza más alto. La fractura social es más alta. En Estados Unidos también, pero estas diferencias no están necesariamente vinculadas, hay comunidad negra republicana y comunidad blanca demócrata. Hay una parte de los republicanos que son extremistas, pero no se puede decir que los republicanos sean extremistas. Pero, en Brasil, los bolsonaristas están claramente a la derecha de la derecha.

“Tanto Brasil como Estados Unidos, están sufriendo de un secuestro de las instituciones políticas por extremismo o populismo”

Frédéric Mertens

Un informe de la consultoría Llorente y Cuenca muestra que Brasil es el país más polarizado de todos. ¿A qué se debe?

Sí, es un país muy polarizado que provoca consecuencias en sus países vecinos. Hemos visto a Lula junto a los tres poderes y los gobernadores de todos los estados, lo que es un mensaje para la comunidad internacional y para la latinoamericana. Porque tienes a Argentina, a Chile y a otros países que están viviendo una ola ideológica que se acerca más a la de Lula.

¿A qué se debe? Es una pregunta muy compleja. Hay mucha relación entre las condiciones socioeconómicas de las personas, la cuestión de la raza y la categorización de las personas en función del color de la piel, porque hay mucha política contra la discriminación racial, pero la discriminación racial sigue presente. Esto ha generado un fondo ideológico. Por ejemplo, si soy empresario, me fío más de Bolsonaro, porque quiero luchar contra la corrupción, porque el gobierno de Lula sufrió altos niveles de corrupción. Además, es importante la religión. Hay muchos evangelistas que han apoyado a Bolsonaro en temas radicales contra el aborto, contra la eutanasia. Pero ojo, esto no se ha acabado.

¿Qué consecuencias puede tener el asalto?

El discurso de Lula no va a bastar para calmar la situación y evitar la fractura social. Lo que le queda es cambiar la nación a través del Parlamento, pero ahí hay un problema, porque hay mucha derecha. Va a tener que hacer un esfuerzo tremendo para aliarse con los moderados de la derecha. Además, las cajas del estado brasileño están vacías. Necesita dinero, y para eso necesita subir impuestos, y eso lo tendrá si consigue el apoyo del Parlamento. El problema es que los bolsonaristas dentro del Parlamento no le van a facilitar la tarea a Lula.

“El discurso de Lula no va a bastar para calmar la situación y evitar la fractura social”

Frédéric Mertens

¿Sale reforzada la imagen de Lula?

En cuanto a imagen internacional, sí, pero hasta qué punto. Pero, si recupera la situación de la amazonía de Brasil, la lucha contra la deforestación, gana credibilidad. Pero, si Lula no aporta resultados rápidos, aparecerá otro Bolsonaro.

¿Cómo valora la respuesta internacional al asalto?

Ha recibido apoyo, porque el mundo entero ha visto, por segunda vez, un asalto a un centro democrático. En este caso, a la sede de los tres poderes, al corazón de la democracia. Y esto genera inquietudes en otros países, como España. Es decir, países con discursos de extrema derecha o extrema izquierda que no están muy lejos del de Bolsonaro.

Según el informe citado, el país más polarizado es Brasil. Pero es que el tercero es España. ¿El asalto de Brasil puede tener algún efecto en nuestro país, especialmente en este año electoral?

Yo creo que no, pero con todo el tema de la sedición y los discursos, creo que la polarización lo va a poner difícil. Está claro que los discursos se van a hacer más agresivos, las campañas electorales van a ser agresivas. Pero de ahí a que haya un intento de atentado, eso no. Pero el discurso político va a ser más agresivo.

“Los discursos se van a hacer más agresivos, las campañas electorales van a ser agresivas”

Frédéric Mertens

¿Triunfaría un discurso más moderado en estas elecciones, viendo que hay tanta polarización?

Depende del electorado. Pero, ¿qué capta la atención, un titular suave o uno impactante? ¡Los millones que va a ganar el príncipe Harry contando que perdió su virginidad en el instituto! Todo depende de la educación política y la educación en general que hemos recibido. Tenemos una educación basada en los titulares, por eso hay más sitio para los titulares y menos para el debate.