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Estados Unidos y Canadá derriban un tercer objeto volador sin identificar

El derribo ha sido llevado a cabo en territorio canadiense en una operación conjunta de ambos países

Estados Unidos y Canadá derriban un tercer objeto volador sin identificar
SSGT DANIELLE SUKHLALL/U.S A

Aún son palpables las consecuencias del derribo del globo chino por parte de Estados Unidos hace tan solo unos días. El descubrimiento de una nave extranjera violando su espacio aéreo ha vuelto extraordinariamente susceptible a la administración Biden, que intenta por todos los medios imponerse a China en la escena internacional. A la sombra de la última crisis diplomática —que acabó adquiriendo tintes casi prebélicos—, el inquilino de la Casa Blanca aprovechó el discurso del Estado de la Nación para mandar un mensaje claro a su adversario de ultramar: Estados Unidos no cederá su posición hegemónica.

Tan solo unas jornadas después de las firmes palabras de Joe Biden frente a su congreso, otro objeto volador fue identificado y casi inmediatamente derribado en Alaska. No obstante, aún no se ha confirmado que este segundo Ovni tenga algo que ver con alguna nación extranjera. De hecho, aún no han terminado las operaciones de recuperación del armazón, que circulaba a unos 64 kilómetros por hora y a más de 12.000 metros de altitud. Tras ser disparado por aeronaves norteamericanas, se zambulló en las gélidas aguas del mar de Beaufort. Las extremas condiciones climáticas de la región hacen particularmente difícil la extracción para posterior análisis de la nave misteriosa.

Pero la crisis se agrava aún más. A la escalada provocada por el globo chino y la incertidumbre levantada por el enigmático artilugio flotante de Alaska se suma una tercera escaramuza que tuvo lugar en la tarde de ayer en territorio canadiense. Otro objeto volador desconocido surcó los cielos estadounidenses de Alaska hasta adentrarse en los de su vecino del norte. Desde que fue percibido por las fuerzas aéreas, los dos países norteamericanos monitorizaron de forma conjunta la trayectoria seguida por la nave. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, estuvo en continua comunicación con Joe Biden. Después de un marcaje de horas por parte de los aviones de ambas naciones, sendos mandatarios decidieron ordenar el derribo y posterior rescate de este tercer fenómeno aéreo, de características similares al de Alaska.

Según han informado la secretaría y el ministerio de defensa de Estados Unidos y Canadá, el Ovni tenía el tamaño aproximado de “un coche pequeño”. No obstante, la intervención fue esencialmente preventiva, pues todavía no existen pruebas que vinculen a China con este tercer acontecimiento. Es algo razonablemente común que dos países de territorio tan extenso localicen puntualmente cuerpos extraños sobre sus respectivos espacios aéreos. Sin embargo, el momento geopolítico ha hecho que se intensifiquen las medidas de seguridad por miedo a una epidemia de espionaje por parte de las potencias con intereses enfrentados.

Recuperar y analizar

Las autoridades también han informado de que se están desplegando nuevos equipos con la misión de recuperar este tercer objeto de discordia. Pero han admitido que la operación se podría demorar durante días, pues las temperaturas y el entorno natural hacen complicado poder garantizar la seguridad de los efectivos trasladados. Ninguno de los dos países quiere arriesgarse a perder vidas humanas para desenterrar algo que podría no ser más que un pedazo perdido de chatarra espacial.

El contingente que disparó sobre la nave estaba integrado tanto por aviones estadounidenses como canadienses, apoyados en todo momento por la sección aérea de la Guardia Nacional de Alaska. Existe un protocolo unánime y muy definido para este tipo de aconteceres, principalmente gracias a la existencia de la Norad (Defensas Aéreas de Norteamérica), una unidad formada por los ejércitos de los dos Estados vecinos para proteger codo con codo sus cielos. Ahora, serán el FBI y la Real Policía Montada del Canadá los encargados de localizar y recuperar el objeto para que los servicios de inteligencia puedan esclarecer en interrogante de su origen.