“Estados Unidos está al borde de la guerra con Rusia y China”
Henry Kissinger, exsecretario de Estado de EEUU, ve cada vez más cerca un conflicto con ambas potencias y pide un “equilibrio” con Moscú y Pekín.
La guerra va camino de cumplir seis meses. Rusia invadió Ucrania y desde entonces la batalla se libra en territorio ucranio. El país gobernado por Volodímir Zelenski cuenta con la ayuda de Occidente, países que han proporcionado hasta el momento ayuda de todo tiempo para luchar en el campo de batalla. Sin embargo, la guerra no se ha internacionalizado, por mucho que todos los países estén participando de una manera u otra en el conflicto.
Sin embargo, cada vez hay más voces que advierten de que esto podría cambiar y que la guerra puede alcanzar directamente a más países. El último en avisar de lo que puede pasar ha sido el exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger. En una entrevista en The Wall Street Journal, el que fuera alto cargo de la Casa Blanca ha señalado que cada vez ve más cerca una guerra de su país frente a Rusia y China.
“Estamos al borde de la guerra con Rusia y China por problemas que en parte creamos, sin ningún concepto de cómo va a terminar esto o a qué se supone que conducirá”, ha explicado. “Ahora no se puede decir que vamos a separar y enfrentar a Rusia y a China. Lo único que se puede hacer es no acelerar las tensiones y crear opciones y para eso hay que tener algún propósito”, ha agregado. También ha pedido un “equilibrio” con ambas potencias.
Kissinger también ha opinado de la guerra entre Ucrania y Rusia. El exsecretario de Estado era partidario de haber atendido las preocupaciones de Moscú en materia de seguridad y tachó de “error” que Kiev se pudiera unir de manera eventual a la OTAN, como ya dejó caer la Alianza.
Desde el inicio del discurso, Kissinger ha defendido una negociación entre Moscú y Kiev, como así aseguró en el marco del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza). Para ello, el estadounidense admite que Ucrania debería ceder parte de sus territorios a Rusia, unas palabras que no sentaron bien en Ucrania.
De hecho, el portal Mirotvórets tildó al político de “cómplice de crímenes de las autoridades rusas contra Ucrania y sus ciudadanos”.