Estados Unidos desvela el contenido del globo chino derribado
El Pentágono asegura que, contrariamente a la explicación de Pekín, el globo contaba con antenas capaces de interceptar señales de comunicación. Formaría parte de una red más amplia de vigilancia.
En las últimas semanas las relaciones institucionales entre China y Estados Unidos se han enturbiado, a raíz de un globo que finalmente fue derribado frente a la costa de Carolina del Sur. Desde Pekín lamentaron el desvío de su trayectoria de este dispositivo que, aseguran, tenía fines meteorológicos y de investigación científica.
Pero Washington no cree esta explicación, tras rescatar algunos restos del vehículo, afirma que en su interior había antenas para interceptar y geolocalizar señales de comunicaciones. Y va más allá, al afirmar que estos aparatos de vigilancia de China han surcado los cielos de más de 40 países en los cinco continentes. Algo que manifiestan tras enviar el Pentágono un informe al Congreso de Estados Unidos en el que hacía constar el aumento de registros de Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI, por sus siglas en español).
En el escrito, en el que se indicaba que muchos parecían ser globos y drones, se advertía de la investigación en curso para conocer si había implicación directa de “gobiernos extranjeros”. A día de hoy la búsqueda sigue, y la Marina de EEUU investiga con vehículos submarinos no tripulados para hallar restos del citado globo derribado por un F-22. En él, añaden, había grandes paneles solares con los que generar energía para alimentar sensores de recolección de datos de inteligencia.
El Pentágono desvela también que el fabricante, cuyo nombre no ha trascendido, mantiene lazos con el Ejército de China, y no se descartan medidas contra estas entidades que, de una u otra forma, han participado en la incursión del espacio aéreo norteamericano. Según explica el Departamento de Estados, el fabricante muestra en su página web vuelos pasados, presuntamente sobre EEUU y otros países.
Estados Unidos, solo una parte del plan
El secretario de Estado Antony Blinken, tras recibir la visita del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, precisó que los restos del globo se están investigando para saber más “sobre el programa de vigilancia. Ya hemos compartido información con docenas de países de todo el mundo. Estados Unidos no era el único objetivo de este programa, más amplio, que ha violado la soberanía de países de los cinco continentes”.
Uno de estos ejemplos que menciona Blinken ocurrió en Japón, como ha confirmado el portavoz del Gobierno, Hirokazu Matsuno. Según ha desvelado, se registró el vuelo de este tipo de globos en su espacio aéreo y en aguas al suroeste de la región de Kyushu. En total, hasta cuatro globos anteriores habían sobrevolado el espacio aéreo de EEUU, tres durante la presidencia de Donald Trump. Uno de estos pudo ocurrir el mes de febrero del año pasado, cuando el general de división Kenneth Hara, ayudante general en Hawái, informó sobre ello. Se detectó, aseguró entonces, “un objeto de gran altitud flotando en el aire en las cercanías de las islas hawaianas”. Entonces, comprobaron que se trataba de un globo no tripulado y sin marcas identificativas.
Tras un primer estudio, EEUU asegura haber podido sacar ya algunas conclusiones sobre el globo. “Esta última semana nos proporcionó la oportunidad única de aprender mucho más sobre el programa chino de globos de vigilancia, toda una información que nos ayudará a seguir reforzando nuestra capacidad de rastreo de este tipo de objetos”, aseguró Pat Ryder, general de brigada y secretario de prensa del Pentágono. “Son globos chinos que operan sobre al menos cinco continentes en regiones como América Latina, el sudeste asiático, Asia oriental y Europa”, zanjó Ryder, evitando pronunciarse sobre las localizaciones concretas.