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¿En qué casos están obligadas las empresas a pagar las gafas o lentillas de sus empleados?

La resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) procede de un caso de un juzgado de Rumanía, en el que el empleado pidió el reembolso de 530 euros.

¿En qué casos están obligadas las empresas a pagar las gafas o lentillas de sus empleados?

La Sala Segunda del Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó esta semana que las empresas deberán encargarse de los costes de las gafas graduadas y lentillas de los empleados que trabajen delante de una pantalla. En concreto, la resolución explica que las compañías tienen que proporcionar a sus trabajadores un “dispositivo corrector especial”.

La medida procede de un juzgado de Rumanía, cuando un trabajador de la Inspección General de Inmigración del Departamento de Cluj tuvo que cambiar de gafas graduadas tras deteriorarse su vista al pasar tantas horas seguidas delante de una pantalla de ordenador. Las gafas, cuyo coste fue de 530 euros, no entraban en el sistema de sanidad, por lo que el empleado pidió a su empresa el abono del importe, algo que Inspección rechazó.

El caso llegó hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), cuya resolución indica lo siguiente: “El reembolso por parte del empresario del coste de adquisición de un dispositivo corrector especial es conforme con el objetivo de la Directiva 90/270, puesto que garantiza un mayor nivel de protección de la seguridad y de la salud de los trabajadores”. Ahora bien, ¿es aplicable a todos los casos? La respuesta es no.

Casos en los que se aplica la normativa europea

“Tenemos que diferenciar entre los dispositivos correctores normales y los específicos”, explica a Aragón Noticias el abogado laboralista Eduardo Isla. “Si se usan gafas, por ejemplo, en el día a día, fuera y dentro del trabajo, eso no está recogido en la disposición europea y, por tanto, la empresa no se debe hacer cargo del coste de cambiar de gafas”, señala.

En el caso de que la vista empeore por la exposición prolongada a pantallas en el trabajo, sí podría entrar en la normativa europea. “Si necesitas unas lentillas nuevas porque se deteriora la vista o surgen problemas, sí que se tiene que hacer cargo el empresario. Es similar a lo que ocurre con las sillas ergonómicas y otros elementos adaptados a los puestos de trabajo”, asegura el abogado.

¿Cómo podemos evitar el deterioro de la vista? Según explica a ese mismo medio la especialista Concha Ferrer, “hay que tomar descansos de las pantallas cada hora, más o menos, y utilizar lubricantes artificiales o lágrimas artificiales para mejorar la hidratación de los ojos”. De hecho, Ferrer recuerda que la mayoría de problemas visuales en adultos se da por falta de parpadeo, lo que produce la conocida “vista cansada”.