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El único condenado por el triple crimen de las niñas de Alcàsser concede su primera entrevista
Miguel Ricart ha dado una entrevista a ‘El Rubio’ en el podcast ‘El Rincón del Disidente’, semanas después de ser detenido en un narcopiso en el barrio barcelonés del Raval.
Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, conocidas como las niñas de Alcàsser, tenían 14 y 15 años, fueron secuestradas, violadas y torturadas hasta la muerte. Las jóvenes fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992 cuando se dirigían desde Alcassér, la localidad valenciana donde residían, a la discoteca Coolor, en la localidad vecina de Picassent (fue derribada en enero de 2012).
Su desaparición provocó una intensa búsqueda que acabó el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterradas de las jóvenes en la zona de La Romana, donde 28 años después se han hallado restos óseos de un dedo.
Se detuvo a Enrique Anglés, y un día después del hallazgo de los cadáveres, se detuvo a varios sospechosos, entre ellos Miguel Ricart, quien, en su primera declaración, admitió haber participado en el asesinato de las niñas.
Anglés fue puesto en libertad el 30 de enero de 1993 mientras toda la atención se centraba en su hermano, Antonio Anglés, que habría aprovechado un permiso penitenciario para fugarse de la cárcel de Picassent. Casi 30 años después, sigue en paradero desconocido, y la Interpol tiene una ficha enter los delincuentes más buscados del mundo.
Qué fue de Ricart
Miguel Ricart fue condenado a 170 años de prisión el 5 de septiembre de 1997 como autor de tres delitos de asesinato y cuatro continuados de violación junto con tres delitos de rapto. El tribunal consideró que aunque Antonio Anglés fue el autor material, Ricart estuvo presente y no hizo nada para evitarlos.
Desde que abandonara la cárcel manchega de Herrera de La Mancha el 29 de noviembre de 2013, tras aplicarse en su caso la derogación de la doctrina Parot, Ricart no tiene una residencia, aunque recientemente ha aparecido en Barcelona, donde fue detenido en un narcopiso del barrio de El Raval.
“No me puedo arrepentir de algo que no he hecho”, ha afirmado a ‘El Rubio’ en el podcast de ‘El Rincón del Disidente’, primera entrevista que concede (niega cualquier otra entrevista anterior que digan que era suya), y donde afirma no acordarse de lo que hizo la noche del 13 de noviembre de 1992.
“Ojalá me acordara, pero es imposible”, ha contado. “A los que creen que soy culpable, les digo que se laven la cara para despejarse. Se equivocan de persona, si en treinta años no han encontrado pruebas en qué se basan para decir que soy culpable”.
Durante todo 2022 la jueza que instruye el caso ahora ha ordenado búsquedas de nuevas pruebas de ADN que pudieran inculpar a Antonio Anglés, quien dentro de seis años pasará a ser inimputable. Todavía no se han hallado evidencias que impliquen al prófugo o al propio Ricart, tanto en su coche como en el colchón, la moqueta con la que envolvieron sus cadáveres y otros restos.
Sobre el asesinato de las niñas, considera que Anglés participó, pero no sólo, y que le considera ‘basura’. En la entrevista recuerda que tuvo una infancia feliz, pese a la muerte de su madre cuando el tenía 4 años.
“Tengo fe en que un día se sepa de verdad lo que ocurrió”. Añade que ha pedido someterse a la prueba del polígrafo y del pentotal sódico, conocido como ‘suero de la verdad’. “Nadie hasta ahora me ha dado la oportunidad y de hacerlo me juego la vida, pero creo que merece la pena”.
Habla también de la ausencia de pruebas, la presencia de unos abogados que desconocía y que le iban a sacar de la cárcel, pero tiraron por la borda lo avanzando y lloró al saberse engañado.
Repite en varias ocasiones la presencia de Guardia Civil en la cárcel a visitarle y que recibió amenazas incluso sobre su propia hija si cambiaba las declaraciones. Recuerda que no contestó a las preguntas de una asociación porque atacaban al padre de una de las niñas.
Confirma que se enteraron los compañeros de prisión de su sentencia antes que él fuera al juicio, estaba trabajando en la cárcel y se lo contaron, antes de ir al Palacio de Justicia. Recuerda que los funcionarios de Justicia fueron muy correctos y que le llegaron a proteger en ocasiones.
Esta es la primera entrevista que concede, nunca antes ha hablado con otros medios. Añade que sabe que le han seguido desde que está libre, y pide que se analice el ADN que pueda haber en el cuerpo de las niñas porque no hay nada suyo.