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El ‘truco’ para detectar si aprietas los dientes por la noche

El bruxismo puede provocar dolor de cabeza y de mandíbula, dientes desgastados, trastornos del sueño y una hipersensibilidad en los dientes.

El ‘truco’ para detectar si aprietas los dientes por la noche

El acto de rechinar los dientes mientras dormimos se le conoce médicamente como bruxismo. Algunas personas aprietan inconscientemente los dientes durante la noche, un hábito que puede provocar trastornos de la mandíbula, dolores de cabeza, daños en los dientes e incluso alteración del sueño, según Mayo Clinic.

Existen diferentes tipos de bruxismo. El leve no siempre necesita tratamiento, pero un bruxismo frecuente e intenso puede desarrollar dolor de cuello o facial, trastornos en las articulaciones temporomandibulares y otras complicaciones. “Si rechinas los dientes de forma crónica, es posible que estés sufriendo problemas paralelos que van desde problemas de nutrición hasta un ataque de estrés”, asegura la doctora Floretta Cuffey-Terry, presidenta de la Sociedad Dental Robert T. Freeman.

Podemos saber si apretamos los dientes con frecuencia por las noches si presentamos los siguientes síntomas, según recoge el Huffington Post:

  • Dolor de cabeza: según explica el doctor Albert Coombs, apretar los dientes mientras dormimos puede provocarnos dolores de cabeza matutinos en los que el cuerpo se recupera de una fuerte cantidad de presión. Normalmente, el dolor se manifiesta en las sienes y en torno a las orejas.
  • Dolor de mandíbula: también podemos notar dolor en la mandíbula al despertarnos después de pasar una noche entera apretando los dientes. Hay otros síntomas que pueden ser similares a otro tipo de trastornos, pero no deberías levantarse con dolor de mandíbula. Si lo haces, es muy probable que sufras de bruxismo.
  • Dientes desgastados y dolor: según el doctor Marjan Moghadam, profesor de Odontología de la Universidad de Nueva York, “el gesto continuo de rechinar los dientes provoca un desgaste que, con el tiempo, lleva a la destrucción de la propia estructura del diente, así como del hueso que lo sostiene en la mandíbula”. Si ves que la parte visible del diente se está desgastando, es probable que aprietes los dientes al dormir. Además, si sufres de dolores de muelas, puede deberse a bruxismo.
  • Sensibilidad dental con alimentos fríos y calientes: según Coombs, cuando llevamos tiempo sufriendo bruxismo, tenemos “pequeñas fracturas” en los dientes que dan acceso al nervio del diente. Las altas o muy bajas temperaturas, al entrar en contacto con él, produce una sensibilidad inusual.
  • Sueño: según Coombs, alguien que aprieta los dientes de forma constante durante la noche puede despertarse cada dos horas sin darse cuenta. Pasarse la noche rechinando los dientes no asegura un descanso óptimo, por lo que es probable que se tenga más sueño durante el resto del día.

Si crees que puedes sufrir bruxismo, Moghadam recomienda acudir al dentista. El profesional puede “examinarte y evaluar los síntomas para descartar cualquier otro problema, como una infección dental u otros hábitos que podrían estar causando tu problema”. Además, puede aconsejarte algún tratamiento o rutina para reducir la frecuencia del bruxismo como protectores bucales, relajantes musculares o terapia antiestrés.

¿Cuáles son las causas?

Según Mayo Clinic, los médicos todavía no conocen las causas del bruxismo, pero puede deberse “a una combinación de factores físicos, psicológicos y genéticos”. “El bruxismo durante la vigilia puede deberse a emociones como la ansiedad, el estrés, la ira, la frustración o la tensión. También puede ser una estrategia de afrontamiento o un hábito durante la concentración profunda”, señala el portal médico.

Por otra parte, el bruxismo durante el sueño puede deberse a la actividad de masticar en nuestros sueños y estar asociado con despertarse durante el sueño. Además, el estrés, la edad (más frecuente en niños pequeños), un tipo de personalidad competitiva, la existencia de familiares con bruxismo y el uso de algunos medicamentos también contribuirían a apretar los dientes por la noche.